El título de este artículo no es una cábala ni de un algoritmo. Tampoco es, lógicamente, una numeración aleatoria o producto del azar. Son las cifras que corresponden a los 20 años que han transcurrido, desde el 2001 al 2021, desde que tuvieron lugar los atentados terroristas en Estados Unidos. Unos atentados que, en muchos aspectos, han marcado un antes y un después en gran parte de nuestras actividades personales, pero especialmente en las profesionales.
Aquellos atentados significaron, en el comercio internacional, un cambio radical en las atribuciones que hasta entonces tenían las aduanas y se establecía una nueva manera de entender las relaciones entre las aduanas y las empresas y, también, las relaciones entre las propias aduanas.
Este gran cambio, impulsado por Estados Unidos y desarrollado por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) comportaba, a partir del Marco SAFE1, otorgar a las aduanas de un importante rol en el control y la seguridad en toda la cadena de suministro. Ello, a su vez, implicaba adquirir, como así ha sido, una mayor notoriedad y relevancia en el comercio internacional.
Con el Marco SAFE nace la figura del OEA y, con él, la gran revolución aduanera en muchos años. Se crea el operador de confianza que va a permitir a las aduanas focalizar sus esfuerzos de verificación en empresas que no han acreditado la citada condición. El OEA pasa a ser un extraordinario ejemplo de la capacidad y posibilidades de la colaboración público-privada, tan demandada como necesitada en muchos ámbitos de nuestra sociedad y a su vez tan poco fomentada.
En el ámbito normativo de la Unión Europea merece especial atención analizar como el Código Aduanero de la Unión (CAU2) se estructura a partir del OEA, estableciéndose requisitos y criterios de cumplimiento que permiten, a su vez, acceder a ventajas y beneficios, en ocasiones muy trascendentes, para los operadores de confianza, es decir, los OEA o las empresas que acreditan el cumplimiento de todos o algunos de los requisitos según las ventajas a las que quieren acceder.

Por otro lado, también dentro del Marco SAFE, se ha desarrollado de manera trascendental la relación, información y colaboración entre las distintas aduanas desde que las que se exportan, importan o transitan mercancías. Esta ejemplar coordinación permite optimizar recursos y también obtener excelentes resultados en esta titánica lucha contra los tráficos ilegales que combaten todas las aduanas.
Sin duda estos 20 años han significado una enorme transformación de las aduanas, de los operadores y de todo el escenario del comercio mundial, ahora tan convulso y tensionado. Transformación en todos los ámbitos que ha permitido una adaptación a las demandas de las empresas y también a las necesidades de las aduanas.
Pero queda mucho por hacer. Por un lado, consolidar el OEA, dotar de mayores beneficios a los operadores, pero también seguir los criterios de exigencia en los procedimientos y auditorías a los operadores de confianza. Ampliar los Acuerdos de Reconocimiento Mutuo (ARM) tan necesarios para establecer las cadenas logísticas seguras y, finalmente, el desarrollo del pilar Aduana con las demás administraciones que intervienen en frontera. Hay muchos e importantes avances, pero el programa OEA nunca estará completo ni tendrá la competitividad adecuada si administraciones como Sanidad Exterior, la Inspección Veterinaria, Fitosanitaria o SOIVRE no estén plenamente integrados en los programas OEA.
No se trata de una entelequia. Se trata de una necesidad que es ya una realidad en otros países como Colombia3.
1. El Consejo de la Organización Mundial de Aduanas aprobó en junio de 2005 el Marco de normas SAFE para asegurar y facilitar el comercio mundial siguiendo lo establecido en Resoluciones del Consejo de Cooperación Aduanera sobre Seguridad y Facilitación de la Cadena Logística del Comercio Internacional (junio 2002) y las Medidas Globales de Facilitación y Seguridad relativas a la Cadena Logística del Comercio Internacional (junio 2004).
2. Reglamento 952/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de octubre de 2013 por el que se establece el Código Aduanero de la Unión (L 269 de 10 de octubre de 2013), cuya fecha de aplicación es el 1 de mayo de 2016.
3. Además de la propia Aduana interviene la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos INVIMA y el Instituto Colombiano Agropecuario ICA.