¡A cascoporro!

El transporte terrestre está omnipresente en todas las ediciones del SIL. Sus problemáticas y nuevas reglamentaciones serán debatidas en el salón. 

Hay expresiones gaditanas para dar y regalar, frases, refranes, incluso palabras sueltas, tan ricas en significado, con matices tan diversos y curiosos, que no son otra cosa que la prueba de lo rico de nuestro idioma y de nuestras diferentes regiones. Me van a permitir que hoy use una que en mi organización pertenece casi en exclusiva a nuestra directora comercial, allá va: !a cascoporro!. 

A cascoporro es algo así como toda la vaca en el asador, a tope, sin miedo, dándolo todo. Y así voy a expresarme hoy, quitándome la careta de lo políticamente correcto, para decir lo que muchas veces hablamos en los pasillos mis compañeros transportistas logísticos. (Me encantó esta expresión de la CEO de Calsina Carré en su intervención en las magníficas jornadas de WISTA Spain en Algeciras).

Sí, Alba Carré dijo más cosas que me gustaron, como que a los conductores hay que cuidarlos, ya sabemos la falta de ellos en Europa, y habló de la falta de ese problema en la otra orilla del Estrecho, allí las carencias eran de otro tipo. Escuchando a la Sra. Carré me pregunté si los transportistas logísticos deberíamos alzar la voz como ya lo ha hecho la hostelería gaditana y así, a cascoporro, sin miedo, a las claras, abrir el debate que hay que abrir, y pensar que si aquí no hay gente para trabajar, si tendríamos que buscarlo en otras partes. ¿O es que para eso no serviría la globalización?.

Mi querido Presidente de las empresas gaditanas está dispuesto a abrir el melón, porque la cuestión no parece ser que no haya personas. Grupo Piedra tiene su sede social en Algeciras, 28% de paro. A 20 kilómetros tenemos a La Línea de la Concepción, 35% de paro. A 100 kilómetros tenemos Jerez de la Frontera, 29%. Cádiz capital, 25%. Podría seguir hablando de la provincia entera, y de tantas otras. En España tenemos cerca de 3 millones de personas en situación de desempleo. ¿Cómo es posible que haya sectores que no encuentren personal para sus empresas? ¿Realmente tratamos tan mal a nuestros conductores que nadie quiere serlo?

Seamos honestos. Con una tasa de desempleo en menores de 25 años de casi un 30% el que no trabaja montado en un camión es porque no quiere, no porque no puede.

Empecé a conducir camiones a los 17 años, en aquella época debía decidir si me moría de calor por llevar las ventanas cerradas o me ahogaba con el polvo que entraba por ellas del carril del vertedero. Hoy estamos comprando camiones que pueden darte un masaje en las lumbares mientras mantienen la velocidad y la distancia de seguridad con el vehículo que les precede. Hemos mejorado el entorno de trabajo, las condiciones salariales (el Convenio de Transporte en la Provincia de Cádiz ha incrementado las retribuciones en más de un 8%). 

Los transportistas estamos haciendo un esfuerzo inversor muy importante, cuidamos a nuestro personal, pero no por la escasez de un determinado tipo de profesionales. Si algo sabemos en logística es de cadenas, de eslabones, y de lo importante que todos ellos son, en este caso, desde el administrativo hasta la CEO. Pero algo no funciona, algo no encaja cuando la oferta y la demanda no se ponen de acuerdo. Y es que no sólo han cambiado en estos 30 años los camiones, también lo han hecho las personas. Las actitudes y las aptitudes han cambiado. Seamos honestos. Con una tasa de desempleo en menores de 25 años de casi un 30% el que no trabaja montado en un camión es porque no quiere, no porque no puede.

Grupo Piedra ofrece sus servicios principalmente en el Campo de Gibraltar y en las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla

Así que hablemos de “políticas de empleo”. Porque, ¿queremos que existan ayudas económicas y sociales a personas que están decidiendo en qué y cuándo van a querer trabajar?. Porque esa realidad existe. Y nadie puede quedarse atrás, salvo el que quiera quedarse atrás. Cuando quiero contratar a un conductor me encuentro muchas más veces de las que quisiera que por su actitud tengo que competir con la libertad horaria, con la flexibilidad, con el confort del “espacio de trabajo” que ofrece el sistema nacional de prestación por desempleo, frente a la puntualidad, el esfuerzo, y el compromiso, que pido yo a mis trabajadores. No digo que esté mal, si es el modelo productivo que queremos en nuestro país. Personas que tengan la oportunidad de estar en sus casas esperando el momento y el puesto de trabajo perfecto. Repito, no me parece mal. Pero que a mi vecino parado tampoco se lo parezca cuando haya un marroquí montado en mi camión.