La desaceleración de la demanda en el comercio internacional y el incremento de oferta de capacidad ofrecida por las navieras podría acelerar la caída de los fletes durante los próximos meses. Así lo ha explicado el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, este martes durante el workshop “Port strategy and performance in the new global scenario”.
“Los fletes van a seguir cayendo en los próximos meses debido a la bajada de la demanda de comercio internacional”, ha explicado el presidente la institución portuaria, señalando que esta caída va a coincidir con un periodo “en el que ha vuelto a crecer” la capacidad de las flotas de las navieras.
En este sentido, Martínez ha incidido en que “van a entrar” en el mercado “un volumen considerable” de contenedores marítimos, en concreto, una cifra cercana a los dos millones. “La oferta va aumentar en un contexto en el que la demanda está cayendo”, ha remarcado.
Asimismo, ha expuesto que esta coyuntura está permitiendo a muchos puertos internacionales “resolver sus problemas de congestión”. Sin embargo, ha apuntado que algunos recintos todavía tienen problemas con la estancia media de los contenedores en sus terminales, “que ha pasado de siete a doce días”.
Martínez destaca que los costes “han crecido mucho” en los últimos años
“Los fletes van a descender, pero no van a volver a los niveles del 2019”, ha destacado el presidente del puerto de Valencia. “Sería absurdo, porque los costes han crecido sustancialmente y no van a volver a esos niveles, que quede claro”, ha afirmado con rotundidad.
Esta situación se produce en un mercado naviero “muy oligopolizado”, donde las diez primeras navieras del mundo controlan el 85% de todo el tráfico mundial. “Pese a este contexto, los fletes siguen siendo muy sensibles a las variaciones de la demanda y de la oferta”.
Vicente Pallardó alerta de los inconvenientes del “decoupling”
Por su parte, el analista económico Vicente Pallardó, ha señalado los inconvenientes de apostar por la tendencia “decoupling”, que se está alentando desde algunos sectores del comercio internacional. A juicio del analista, esta fórmula -que consiste en romper relaciones comerciales con países cuyas democracias no son plenas “tiene costos muy significativos”.
“Además, cuidado con una ruptura radical que probablemente ni siquiera sea posible”, ha afirmado Pallardó, exponiendo la dificultad e inconvenientes de este método: “Romper con todo lo que se ha generado con el proceso globalizador tiene unos costes extraordinarios”.
“No destruyamos todas las relaciones económicas, sociales y políticas, no nos confundamos”, ha reflexionado el analista, quién ha explicado que el puerto de Valencia ha aumentado durante la última década sus tráficos con países democráticos en hasta un 14%. “Imaginaros que supondría para el sector marítimo y para los puertos que se cerraran las relaciones internacionales con determinados países. Sería devastador”, ha concluido el economista.