La empresa MedTug Valencia ha presentado una solicitud de licencia de amarre a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) que está siendo evaluada en estos momentos y que podría resolverse durante las próximas, según consta en un comunicado que ha emitido esta semana Amarradores del puerto de Valencia.
En este comunicado, la empresa Amarradores, titular de la licencia de amarre en el puerto de Valencias, apunta que “este hecho plantea preocupación e inquietud en una buena parte de la comunidad portuaria de Valencia”, especialmente a ellos mismos que llevan prestando este servicio desde el año 46.
“La preocupación surge -continúa el comunicado de Amarradores- tras conocer los estrechos vínculos de esta compañía con el grupo naviero MSC. MedTug Valencia se constituyó en septiembre de este año 2021, con el mismo domicilio y responsables que MSC. Todo ello genera una importante inquietud por la enorme desproporción de magnitudes existentes entre MSC y Amarradores de Valencia y porque el grupo MSC y sus alianzas mueven prácticamente el 60% del tráfico que opera en el puerto de Valencia, lo que implicará sin duda concentración de servicios y que supone en la práctica una grave amenaza a la libre y justa competencia y a la libre prestación del servicio”.
“Esta situación, amenazará gravemente la equitativa y justa competencia que debe existir entre operadores de la misma actividad, al romper el equilibrio que se debe dar entre esas empresas y que se basa en la presentación de la mejor oferta de servicio y precio”, destaca el comunicado de Amarradores, apuntando que con esta decisión “se rompe, igualmente, el orden de mercado tradicionalmente existente en los puertos entre los diferentes prestadores de servicios. Esta situación ni tan siquiera se produce en los puertos más grandes de Europa como son Rotterdam o Amberes, donde solo existe un prestador del servicio. La experiencia en los pocos puertos europeos, en los que existen varios prestadores nos muestra que se ha visto mermada la calidad del servicio, precarizándose los puestos de trabajo, poniendo en riesgo la seguridad de las operaciones marítimas, y derivando finalmente en un verdadero monopolio. Incluye todo ello (y sobre todo) el extraordinario riesgo los empleos de Amarradores de Valencia de los que dependen casi 100 familias locales”, apunta el comunicado de Amarradores.
A juicio de Amarradores del puerto de Valencia, “esta decisión es de más difícil comprensión al disponer MSC de una terminal propia en la que podrían efectuarse la integración de los servicios portuarios de amarre, en lugar de solicitar licencia abierta al uso general con los problemas que eso generará a nuestra empresa. Finalmente se debe considerar, la amenaza que esta situación generará para el equilibrio portuario y de las empresas particularmente consignatarias y estibadoras, a quienes les será prestado el servicio de amarre no por una empresa independiente sino por una empresa del mismo sector pero que controla la mayor parte del tráfico marítimo local. Desde luego cualquier consignatario o estibador local tendrá derecho a encontrarse incómodo e intranquilo”, concluye el comunicado de Amarradores.