El conflicto de la estiba en el puerto de Bilbao se mantiene en la incertidumbre tras el aplazamiento, hasta el próximo lunes, 11 de enero a las 12:30 horas, de la reunión entre sindicatos y empresas, prevista para el día posterior a la festividad de Reyes. Así, se apuran los plazos antes de la última reunión fijada para el próximo miércoles 13 de enero en Madrid, en la sede del Ministerio de Trabajo y Economía Social (Mites) y ante la directora general de Trabajo, Verónica Martínez.
El aplazamiento ha sido solicitado por la parte sindical que alega no haber tenido tiempo de analizar la oferta presentada por Bilboestiba CPE, que envió sus propuestas justo antes de la última festividad navideña. Cabe recordar que el pasado 30 de diciembre, en la primera reunión de la segunda ronda negociadora de la “hoja de ruta para una solución negociada”, la patronal decidió no aceptar las propuestas de los sindicatos y se emplazó a presentar una propuesta propia.
Los trabajadores estudiarán ahora el documento que se les ha presentado y acudirán el próximo lunes a la convocatoria prevista en el Consejo de Relaciones Laborales. Dado el alejamiento de posturas entre unos y otros, la reunión en el Ministerio se antoja crucial para despejar el futuro de la estiba en el puerto vizcaíno.
Negociación vs arbitraje
Los sindicatos ven posible un acuerdo entre las partes al que se puede llegar mediante la negociación de los puntos de fricción. Esta es también la opción preferida por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, dirigido por Yolanda Díaz, a quien no complace la intervención vía arbitraje o laudo de obligado cumplimiento. En lado opuesto de la balanza, las empresas componentes de Bilboestiba han pedido en varias ocasiones una solución mediada, que obligue a ambas partes. Esta posibilidad ha sido también aconsejada por la Autoridad Portuaria y respaldada por parte del Gobierno Vasco, el lehendakari Urkullu y la consejera Arantxa Tapia, mientras que la consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendía, no desea esta solución. Tampoco el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, es partidario del arbitraje porque entiende que su departamento tiene muy poco margen de maniobra.