Los presidentes de Aragón y Navarra, Javier Lambán y María Chivite, han rubricado la renovación del protocolo de colaboración que mantienen ambas comunidades desde el 2009, atendiendo a la necesidad de actualizar e incrementar dicho espíritu de cooperación, de acuerdo con los nuevos retos que se afrontan.
El protocolo de colaboración define, entre otras, acciones compartidas entre ambas Comunidades en infraestructuras de comunicación y transportes, donde ambas coordinarán sus actuaciones en materia de infraestructura viaria y ferroviaria. Para ello se establecerán reuniones periódicas para el desarrollo del Corredor Atlántico, Cantábrico-Mediterráneo y la conexión en ancho UIC del eje navarro con Zaragoza.
Ambas Comunidades apuestan por el Corredor Cantábrico-Mediterráneo, de Zaragoza-Bilbao, a través de Navarra
Reunidos en Ejea de los Caballeros, las delegaciones de ambos gobiernos han mantenido una jornada de trabajo en la que han participado cuatro consejeros de cada gabinete. Así, la delegación aragonesa, encabezada por Javier Lambán, ha contado con la participación de Mayte Pérez, consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales; José Luis Soro, consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda; Felipe Faci, consejero de Educación, Cultura y Deporte, y Joaquín Olona, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente. Por parte navarra, junto a la presidenta María Chivite, han participado los vicepresidentes Javier Remírez y José María Aierdi, el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, y la consejera de Cultura y Deporte, Rebeca Esnaola.

El Corredor Cantábrico-Mediterráneo
Uno de los asuntos abordados en el protocolo gira en torno a las infraestructuras y comunicaciones, a través de un proyecto “fundamental para España y para Aragón y Navarra”, tal y como han señalado ambas autoridades. En ello juega un papel fundamental el eje cantábrico del Corredor Cantábrico-Mediterráneo, de Zaragoza-Bilbao a través de Navarra.
Se trata de un eje de una “gran potencialidad”, han recordado Chivite y Lambán, que conecta los principales puertos del país (Valencia, Barcelona, Bilbao) y que también enlaza con la futura reapertura del Canfranc y pone en comunicación los principales centros de fabricación de automóviles (Vitoria, Pamplona, Zaragoza, Valencia) lo que parece muy importante para la futura planificación económica del futuro. Al hablar de impulsar este eje, ambos gobiernos entienden que debe registrarse en los Presupuestos Generales del Estado, para beneficiar las potencialidades logísticas de Aragón y Navarra. También recalcan la importancia de conectar este eje ferroviario hasta Europa y su repercusión para sectores estratégicos como la agroalimentación.
En materia de infraestructuras de transporte se revelan claves la conexión con otras áreas geográficas y de actividad económica, ya que de ello depende en buena medida la futura competitividad del Valle del Ebro y el impulso a las iniciativas empresariales, actuales y futuras, que se implanten. En especial, el Valle del Ebro es un ámbito geoestratégico donde se desarrolla una de las áreas de mayor actividad socio-económica, tanto de España como del sur de Europa. La Comunidad Autónoma de Aragón y la Comunidad Foral de Navarra conforman un núcleo clave del mismo, un área en continuo desarrollo que precisa dotarse a corto, medio y largo plazo de las infraestructuras de comunicaciones que permitan dar soporte al crecimiento de la actividad y a las demandas de movilidad de sus ciudadanos y sectores productivos.

Estrechar vínculos
El protocolo firmado busca ahondar en los estrechos vínculos que ambas comunidades tienen en las áreas de la agroalimentación, la salud, el turismo, la educación, la cultura y las infraestructuras, entre otras. “Es un paso más en una relación que va mucho más allá de la mera vecindad”, ha confesado la Presidenta Chivite, al tiempo que añadía que es “un compromiso honesto, leal y que parte de la convicción de que solo colaborando podemos hacer más cosas y mejor”.
María Chivite ha resaltado el amplio contenido de las materias que abarca el convenio, que parte de unos objetivos “nucleares” para impulsar políticas públicas que ahora pueden beneficiarse también con la llegada de los fondos europeos. A su juicio, estas uniones generan confianza a los habitantes y al tejido empresarial.
Por su parte, el presidente aragonés, Javier Lambán, ha destacado que “Navarra y Aragón son comunidades políticas milenarias, que llevamos siglos compartiendo historia y realidades similares. Hoy presentan características comunes como el desempleo, que esta está 3 o 4 puntos por debajo de la media, el importante peso del componente industrial en el PIB y una importante relación comercial entre ellas, “que comparten algo tan poderoso como el río Ebro” y crear lo que Lambán denomina “la EbroRegión”, junto con La Rioja.