Ya no es sólo el Mediterráneo quien nos deja imágenes de salvamentos de migrantes ilegales en el mar. Con menos trascendencia, los naufragios y salvamentos de embarcaciones precarias van aumentando entre las costas del Continente y Reino Unido.
En los próximos días está previsto que los ministros de Interior de Francia, Christophe Castaner, y del Reino Unido, Priti Patel, aborden la cuestión de esas travesías clandestinas por el Canal de la Mancha, que han aumentado mucho en lo que va de año. Hasta mediados de agosto, la Prefectura Marítima de la Mancha había contabilizado 1.326 personas rescatadas por los servicios de salvamento marítimo de los dos países.
El último caso registrado se saldó con veintidós migrantes rescatados, en la madrugada del lunes, cuando una embarcación semirrígida en apuros fue detectada por un ferry. Los migrantes, entre los que había una mujer y un niño, se encontraban a entre dos y tres millas náuticas de la ciudad francesa de Dunkerque, según indicó en un comunicado la Prefectura Marítima de la Mancha y del Mar del Norte.
Desde Francia se puso en marcha un operativo de rescate con el envío de dos barcos para el salvamento: el “Nordet”, de Aduanas, y el buque de asistencia “Abeille Languedoc”, coordinados por el Centro Regional Operativo de Vigilancia y Salvamento (CROSS) de Gris-Nez. Las veintidós personas, cuya nacionalidad no se precisó, subieron a bordo del “Nordet” y fueron trasladados sin novedad a Dunkerque.
El jueves anterior, otras dos embarcaciones del mismo tipo debieron ser atendidas por los servicios de salvamento franceses, con lo que el número de migrantes salvados en una semana casi sumó 60 personas, incluyendo tres niños y dos bebés.