Los estudios recientes del puerto de Tarragona demuestran un aumento significativo de la biodiversidad tanto a nivel global del puerto como a nivel individual de cada zona y unidad de biotopo subacuático
Después de la colocación de biotopos en el puerto de Tarragona durante el mes de enero, en las monitorizaciones mensuales que se están realizando se ha detectado un incremento en la biodiversidad del 75% en la mayoría de estructuras de regeneración instaladas en los muelles tarraconenses.
Un aumento de la biodiversidad marina
Los estudios recientes demuestran un aumento significativo de la biodiversidad tanto a nivel global del puerto como a nivel individual de cada zona y unidad de biotopo subacuático.
La Zona 3 ha emergido como la zona con los resultados más satisfactorios. La biodiversidad específica de cada unidad y la media de biodiversidad entre las diferentes estructuras superan significativamente la biodiversidad de la zona control.

Sin embargo, hay que destacar que hay algunas áreas que no están logrando los mismos resultados. Las discrepancias en los resultados entre las zonas son explicables por las diferentes condiciones ambientales.
La proximidad de la Zona 3 a la bocana del puerto favorece la renovación del agua y, en consecuencia, el aumento de la colonización de varias especies. Al contrario, la Zona 1, más adentrada al puerto, experimenta una menor renovación del agua, lo cual reduce las oportunidades de colonización de nuevos organismos.
La monitorización realizada por la empresa especializada Ocean Ecostricures también ha detectado que las placas en formato 3D son las que presentan mayor biodiversidad, superando en todas las zonas la biodiversidad de las placas de control y las de carbonato cálcico.
Biodiversidad por zonas
Las instalaciones subacuáticas situadas en aguas interiores del puerto han formado comunidades animales y vegetales. Se observa una rica diversidad de especies que contribuyen a crear un ecosistema naturalizado.
Estas especies cumplen varios roles ecológicos, como productores primarios (las algas), consumidores primarios (algunas especies de pescados, como el género Diplodus), depredadores (como Octopus vulgaris), y filtradores (como los briozous o la mayoría de moluscos). Esta variedad de especies asegura las funciones ecosistémicas básicas y promueve la prosperidad del ecosistema.
El estudio ha demostrado un aumento del 75% de la biodiversidad en los biotopos instalados en comparación con las zonas de control. La Zona 3 es la que presenta niveles máximos puntuales de biodiversidad (17 especies), superando en un 230% la Zona 1 (4 especies) y en un 29% la Zona 2 (11 especies).