El Departamento de Sostenibilidad de la Autoridad Portuaria de Cartagena inició el pasado 2021 un proyecto pionero de reforestación submarina de praderas de Posidonia en aguas portuarias. En dos años se constata el éxito de la iniciativa medioambiental, ya que se ha constatado un 77% de tasa de supervivencia de los 65 fragmentos plantados en las parcelas del Tajo de Los Cuervos, por un lado, y Trincabotijas, por otro, a 12 metros de profundidad, y también en Cala Cortina, a 11 metros de profundidad.
Las praderas de Posidonia funcionan como grandes filtradoras, colaborando en mantener el agua marina limpia y transparente
Cabe recordar que la Posidonia Oceánica es una planta endémica, única en el Mar Mediterráneo, considerada entre las plantas fanerógamas que, a diferencia de las algas, dispone de hojas, tallo y raíces, aunque también produce flores y frutos. Se calcula que más de 400 especies de vegetales y 1.000 de animales habitan en las praderas de posidonia.
Características del bosque marino
El proyecto piloto, dirigido a la reforestación submarina de praderas de Posidonia en aguas de un puerto es pionero al implantar más de 150 plantas de Posidonia oceánica creciendo en el interior del puerto de Cartagena.
Así, este enclave se sitúa como uno de los puertos más sostenibles del Mediterráneo con acciones medioambientales que le sitúan como precursor entre los puertos españoles.
El reto ahora es “seguir incrementando la reforestación” de Posidonia oceánica en aguas portuarias, a través de una actuación inicial prevista para cuatro años y que se desarrollará en cerca de dos hectáreas en el interior del puerto de Cartagena, abarcando la zona que va desde el pantalán de Metaneros de Enagás, en la dársena de Escombreras, hasta Cala Cortina.
Según señala el vicepresidente de la APC, Pedro Pablo Hernández, “estamos trabajando para crear el primer bosque marino en aguas portuarias de esta especie endémica, una joya marina que solo habita en aguas del Mediterráneo y que es indicador de un sistema marino saludable y sostenible”.
De esta forma, “se incrementa la riqueza biológica de nuestros fondos marinos”, ampliando la flora y fauna, ya que esta planta servirá de refugio y alimento a otras especies, “aportamos nuestro grano en la conservación de esta especie” y además se reduce la huella de carbono, ya que “la Posidonia oceánica captura cuatro veces más cantidad de CO2 que las plantas terrestres”.
El éxito de la primera fase del proyecto piloto pionero ha permitido ampliar la plantación de praderas de Posidonia hasta alcanzar más de 150 fragmentos de esta planta que crecen en el interior del puerto de Cartagena.