A menos de tres meses de la anunciada salida de Reino Unido de la Unión Europea, la incertidumbre en el resultado de las negociaciones de un acuerdo entre las partes sigue sin resolverse. La tercera jornada de BNEW, y más concretamente en su sector BStrategic, dedicó una mesa de debate en torno a las repercusiones del Brexit en el sector logístico en el que se analizaron las repercusiones que éste evento puede tener y las estrategias que el sector logístico debe tomar para afrontar los futuros escenarios: un Brexit ordenado o una salida sin acuerdo que convertiría a Reino Unido en un “tercer país”.
La cumbre europea del 15 de octubres se presenta como transcendental

En el debate intervinieron Eva Prada, de la Cámara Británico-Española; Emilio Sanz, presidente de ATEIA–OLTRA Barcelona, y Xavier Just Serrano, de KPMG Abogados. La anunciada presencia de Javier García, de Adif, y Jaime Luezas, de Puertos del Estado, no pudo llevarse a cabo.
Entre la incertidumbre y el optimismo
Eva Prada desgranó una serie de cifras apabullantes sobre la importancia de Reino Unido para la Unión Europea y viceversa, así como para nuestro país que es el primer receptor de las inversiones británicas y, a su vez, el primer destino de nuestras inversiones. Ante la posible avalancha aduanera a partir del 1 de enero de 2021, UK ha invertido ya 700 millones de Libras para adecuar sus instalaciones y procedimientos a aquella nueva realidad. También ha elaborado un plan (UK Operation Model) para evitar los “cuellos de botella” que prevén caravanas de 1.000 kilómetros de camiones en las fronteras británicas.

Emilio Sanz, presidente de ATEIA–OLTRA Barcelona y vicepresidente de FETEIA, demostró haber estudiado concienzudamente el tema y se mostró “partidario del Brestay y no del Brexit”. No obstante, acepta el resultado “soberano” del referéndum con moderado optimismo, no exento de incertidumbre, después de tres años de negociación para “un divorcio amigable”. En su opinión, un acuerdo antes de final de año se antoja imposible, aunque Sanz confía en que se produzca algún avance en la cumbre europea prevista para el 15 de octubre. Aun así, la 9ª ronda de negociaciones no ha logrado avances significativos para un acuerdo que debería ser ratificado después por los parlamentos.
En un escenario en el que “perdemos todos”, Emilio Sanz es de la opinión que tras unos primeros momentos de caos, la situación se irá normalizando a lo largo de 2021. Es más, confió en que se consiga un “acuerdo comercial preferencial a corto o medio plazo”.
En su calidad de vicepresidente de los transitarios a nivel nacional, Sanz dijo sentir más preocupación por los que desarrollan su actividad en el Cantábrico -Bilbao, Santander y Vigo sobre todo- que en el resto y señaló que “para los representantes aduaneros, el Brexit es una fiesta mayor”. Se calcula que a partir de 2021 se habrán de hacer 250 millones de declaraciones aduaneras adicionales, con el consiguiente incremento en el trabajo y la remuneración de éstos profesionales.
Emilio Sanz: “Soy partidario del Brestay porque la economía de Reino Unido nos interesa”

En otro orden de cosas, Emilio Sanz se mostró preocupado también por otros aspectos distintos a los relacionados con las mercancías, como la movilidad de las personas, los servicios, la educación, la pesca, las estancias de estudiantes en UK y de jubilados en España y, sobre todo, el aspecto financiero. “¿Qué va a pasar con la City?” se preguntó Sanz para quien las ventajas de salir de la UE no son tantas como las desventajas que acarreará a los propios británicos.
Planes de contingencia
Por su parte, Xavier Just explicó las complejidades de un acuerdo que va más allá de lo comercial y se ha convertido en “un cambio de paradigma”. Dentro de poco, cualquier movimiento de mercancías se considerará como acto de comercio exterior y se deberá acompañar de documentaciones que hoy no son exigidas. Además, se prevén controles a la importación y exportación, lo que puede acarrear retrasos de 48 horas, como mínimo, algo “muy preocupante para mercancías perecederas”.
Recordó que Reino Unido es el cuarto desino de las exportaciones españolas, que se mueven al 50% entre el barco y el camión, y que más de la mitad son productos perecederos, farmacéuticos o ligados a la automoción, con su componente “just-in-time”. Se detuvo también en el impacto arancelario, si no se llega a un acuerdo comercial preferente, y animó a la creación de planes de contingencia que contemplen éste aspectos, así como la elección de Incoterms, estudiar las implicaciones documentales y los regímenes aduaneros, así como “solicitar un nuevo EORI” para la exportación.