Brittany Ferries y el puerto de Bilbao ensayan el bunkering de GNL

El gas natural licuado (GNL) continúa ganando posiciones como combustible ecológico que ayude a armadores y puertos a cumplir con los objetivos de descarbonización impuestos por la OMI 2020. Una de las navieras más comprometidas en este punto es Brittany Ferries que se encuentra en pleno proceso de modernización de su flota. 

Para asegurar la capacidad de servicio, el buque “Galicia”, propiedad de Brittany Ferries, ha visitado de nuevo el puerto de Bilbao con vista a continuar las pruebas necesarias para la llegada en 2022 del buque “Salamanca”, gemelo del “Galicia” y el barco más moderno de la compañía francesa. Posteriormente, en 2023, se unirá a la flota el “Santoña”, buque que también será propulsado por GNL.

El primer buque a GNL de Brittany Ferries entrará en servicio en 2022

El director de Brittany Ferries en España, Roberto Castilla, señala que “estamos realizando las últimas pruebas técnicas con el buque “Galicia” para preparar la llegada del buque “Salamanca” a Bilbao en la primavera del 2022. Estamos comprometidos con el desarrollo sostenible y nuestra apuesta es el GNL que ofrece importantes ventajas medioambientales, ya que reduce los contaminantes atmosféricos y las emisiones de gases de efecto invernadero. Consideramos el GNL como un combustible clave en la transición energética y es por ello que estamos trabajando con la Autoridad Portuaria de Bilbao y Repsol para satisfacer los requisitos necesarios para proporcionar instalaciones para el suministro de gas natural licuado al buque Salamanca durante sus escalas en el puerto de Bilbao a partir del 2022”.

El “Salamanca” prestará servicio en las rutas de larga distancia entre España y Reino Unido. Será un barco más eficiente y ecológico, ya que navegará con combustible GNL. Para preparar su llegada, la Autoridad Portuaria de Bilbao está realizando obras de acondicionamiento en el atraque y la compañía Repsol construye una gasinera para el abastecimiento de GNL. El otro puerto que Brittany Ferries toca en el Cantábrico, el puerto de Santander, ha comprometido que “para 2023 está en funcionamiento la infraestructura de suministro de GNL” en palabras de su presidente, Francisco Martín.

El buque “Salamanca”, propulsado por GNL, comenzará a operar en 2022

Combustible de futuro

El GNL ya se está utilizando en como combustible óptimo para la transición energética a un modelos más sostenible y menos contaminante pues prácticamente no emite dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno o emisiones de partículas tras la combustión. Además, y debido a que el GNL se quema de manera más eficiente que el diésel, hay una reducción en torno a un 25% en la emisión de dióxido de carbono (CO2).

Cabe recordar que el “Salamanca” será el primer buque a gas de Brittany Ferries que opere en el Puerto de Bilbao, al que se le unirá en 2023 el “Santoña”. Con 215 metros de eslora, será uno de los buques más grandes que ha servido a la compañía. Con un peso muerto de 42.000 toneladas, tendrá capacidad para 1.015 pasajeros y para transportar hasta 2.714 metros lineales de vehículos ligeros y camiones.

Cada buque E-Flexer, como el “Salamanca”, promete una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, ofrece un importante ahorro en el consumo de combustible y en las emisiones, al tiempo que logra una mejora del 10% en la capacidad de pasajeros y un aumento del 28% en el espacio de carga. Con estas previsiones, Brittany Ferries estima un ahorro del 46% de CO2 por pasajero en comparación con los buques actuales en las rutas de larga distancia de la compañía.

Además de la utilización del GNL en su propulsión, la compañía bretona ha introducido novedades de diseño que permiten mejorar la experiencia para el viajero, pues son más ligeros y silenciosos y presentan menos vibraciones. En su construcción también se está prestando especial atención a las plantas de propulsión de bajo consumo de combustible y al diseño largo y delgado del casco y la proa. La pintura de silicona que reduce la fricción y que recubre el casco submarino, reduce aún más el consumo de combustible, mientras que el diseño de la hélice y el timón permite una mejor maniobrabilidad. Todo pensado para ser aún más eficiente reduciendo de manera significativa la huella de carbono.