El puerto de Barcelona presenta la experiencia del equipo que compitió en el Dakar con hidrógeno

El puerto de Barcelona, de la mano de Jordi Vila, su responsable medioambiental, presenta la experiencia del equipo KH-7 Epsilon, quienes compitieron en el Rally Dakar con un camión propulsado con hidrógeno. El enclave portuario ha colaborado dando apoyo a los vehículos existentes propulsados con hidrógeno y ve como una realidad “cada vez más cercana” la llegada del hidrógeno como sustituto del diésel.

La llegada del hidrógeno como sustituto del diésel, cada vez más cercana

La ponencia, que se ha llevado a cabo en el stand del puerto de Barcelona en el SIL, ha contado con la presencia de los tres miembros del equipo —Jordi Juvanteny, Jordi Ballbé y José Luís Criado—, además de Xavier Ribas, I+D director de EVARM Innovación, la empresa que convirtió el camión de competición a un modelo híbrido entre hidrógeno y diésel. El puerto de Barcelona demuestra así su implicación en los proyectos de adaptación de motores industriales a combustibles alternativos y su posible implementación para descarbonizar la actividad portuaria.

“El Dakar es cada vez más sostenible y enseguida nos dimos cuenta que el hidrógeno era la solución ideal para la carrera”, ha comentado Juvanteny, piloto del camión. El hidrógeno es un combustible que cuando se quema no emite contaminación, y que se carga tan rápido como los otros combustibles fósiles. Estas características han permitido al equipo conseguir reducir un 50% su huella de carbono en la pasada edición y creen que, “con nuevos retoques en el motor, podemos llegar al 70%. Criado, componente del equipo, ha querido transmitir que “ha supuesto una aventura ir con este combustible. Tras 33 años en el Dakar, nosotros siempre hemos tratado de buscar ese espíritu aventurero y hemos sido los pioneros en llevar hidrógeno como combustible. Fue muy seguro y el futuro pasa por aquí”, ha añadido el piloto.

El equipo KH7-Epsilon cuenta su experiencia en el Dakar con un motor híbrido

Jordi Vila, desde su vertiente institucional, considera al Dakar un “banco de pruebas para todo” y confía en que este proyecto se pueda implementar en los camiones de carretera. “Una de las barreras son las prestaciones que tiene el diésel, ellos en la carrera gastaron más de 100 litros cada 100 kilómetros, lo que es un gasto muy grande”, ha añadido Vila, quien considera el acontecimiento una “prueba máxima en vida real en la máxima dificultad”. Los datos refrendan la voluntad del jefe medioambiental del enclave catalán para llevar esta experiencia a nuestro día a día: diariamente, entran en el puerto de Barcelona entre 5.000 y 6.000 camiones. “El futuro”, augura Vila, “pasa por el hidrógeno”.