El Propeller Club del País Vasco-Bilbao Port ha celebrado, por cuarto año consecutivo, su Cena Benéfica de final de año, un evento en el que se recaudan fondos para ayudar a una causa solidaria. Una vez más, la respuesta de los socios fue mayoritaria, registrando un resultado de “aforo completo” y es que, ésta vez, la ocasión contaba con un aliciente adicional: la celebración tuvo lugar en el restaurante OLA (del Hotel Tayko de Bilbao, de Martín Berasategui). Este local, con el chef Raúl “Pintxo” Cabrera en los fogones, ha sido recientemente galardonado con una “Estrella Michelín”, que hace el número 12 de las otorgadas al cocinero Martín Berasategui.
Para cerrar la velada, y tras una degustación de platos de alto nivel, los asistentes tuvieron la ocasión de maravillarse con la actuación del Mago Oliver, y su ayudante Luba, quienes hicieron partícipes de su espectáculo a varios de los miembros del Club que se prestaron de buen grado y mejor humor a las “llamadas a escena”.

Si en años anteriores las ONG beneficiadas fueron Médicos Sin Fronteras (2016), Hazbide (2017) y Fundación Fidias (2018) este año la recaudación irá a parar a la Asociación ADEF (Asociación de Demencia Frontotempral), con presencia en Euskadi, Catalunya y Comunidad Valenciana. Esta asociación promueve programas e iniciativas culturales, educativas, de ocio y deportivas destinadas a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta enfermedad neurodegenerativa irreversible.
Cabe recordar que la cena benéfica anual no es la única acción solidaria que realiza el Propeller Club del País Vasco-Bilbao Port, sino que también otorga unos premios a estudiantes de mérito en la Universidad de Deusto y la Cámara de Comercio de Bilbao.