Este Colegio es el único de España con colegiados en tres comunidades autónomas diferentes: Cantabria, Castilla y León y Castilla-La Mancha.
El Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Cantabria, el más antiguo y condecorado de los existentes en la actualidad, celebra ese año su centenario, puesto que fue constituido oficialmente el 23 de noviembre de 1922, tan sólo nueve días después de la publicación del Real Decreto en la Gaceta de Madrid en su edición Número 319, de 15 de noviembre de 1922, páginas 589 y 590.
Anteriormente a su denominación actual, ostentó otros nombres como Colegio Oficial de Agentes y Comisionistas de Aduanas de Cantabria y Colegio Oficial de Agentes y Comisionistas de Aduanas de Santander, con demarcación en las ciudades de Santander, Burgos y Ciudad Real. Se trata del único Colegio de España que tiene colegiados en tres comunidades autónomas diferentes, Cantabria, Castilla y León y Castilla-La Mancha.
Presidido desde el 2010 por Félix Antonio López, el décimo segundo desde su creación, el Colegio tiene como fines esenciales la ordenación de la profesión del agente y comisionista de aduanas/representante aduanero, la representación exclusiva de la misma, la defensa de los intereses profesionales de los colegiados, de los ciudadanos con carácter general y de los consumidores y usuarios de los servicios por los colegiados con carácter particular, todo ello sin perjuicio de lo establecido en la Ley de Colegios profesionales respecto a la Administración pública.
Con motivo de la efeméride, el Colegio está planificando una serie de actos en pos de la difusión del conocimiento y el derecho aduanero a través de cursos, seminarios, conferencias, mesas redondas, foros, congresos y la realización de otras actividades de divulgación en el campo del comercio internacional y el derecho aduanero.
Los actos tendrán como broche final la entrega, en fecha por determinar, de las dos Medallas de Oro concedidas a la institución por parte de la Cámara de Comercio de Cantabria y el Consorcio de la Zona Franca de Santander.
Dos Medallas de Oro
El centenario del Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Cantabria va a obtener un mayor realce debido a la concesión, el pasado mes de abril, de la Medalla de Oro de Cámara de Comercio de Cantabria por unanimidad de su Pleno Corporativo. Se trata de una distinción que solamente se ha concedido en dos anteriores ocasiones, por lo que es un “raro honor” que bien merece ser conocido. La Cámara premia así la “importantísima aportación” del Colegio al desarrollo de la internacionalización de la economía regional y reconoce la “importante labor” de la institución a lo largo de un siglo.
Por otra parte, en el mes de julio, el Consorcio de la Zona Franca de Santander (CZFS) también otorgó su máxima distinción, la “Medalla de Oro”, teniendo en cuenta “la defensa de los intereses” profesionales de los colegiados, de los ciudadanos en general y, especialmente, de los consumidores y usuarios de sus servicios, además de la “colaboración al buen funcionamiento” de la Administración pública de la Aduana española.
Una historia que arranca en el Siglo XIX
Según nos explica el presidente del Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Cantabria, Félix Antonio López, “los agentes de aduanas hemos cumplido más de 100 años de profesión; por ejemplo, en Santander eran los matriculados como comisionistas de aduanas, comisionistas de tránsito, y luego más tarde como agentes y comisionistas de aduanas, que se agruparon en consorcios, asociaciones y federaciones”.
Así, es sabido que el día 3 de noviembre de 1893 tuvo lugar la explosión del vapor “Cabo Machichaco” en el puerto de Santander. En las crónicas de la época se señala que “el estallido provocó el efecto de un terremoto y afectó, según informes posteriores a 111 edificios de la ciudad, de los cuales 25 se declararon en estado de ruina inminente. Entre ellos el edificio que albergaba al Consorcio de Comisionistas de Aduanas y Tránsito”.

Esto quiere decir, según Félix Antonio López, que “en el año 1893 ya existíamos”, por lo tanto, “somos la entidad del sector relacionado con el comercio internacional más antigua de España”. No obstante, el Código de Comercio de 1885 ya habla de los comisionistas de tránsito, “lo que me da que pensar que nos podríamos ir todavía más atrás; aquí en Santander, la Montaña, Cantabria estoy seguro que en la cueva de Altamira ya había un agente de aduanas y en Burgos, Castilla la Vieja, Castilla y León, otro en Atapuerca”, bromea Félix.
Después de lo descrito “los agentes de aduanas tienen tanto arraigo en Santander, debido a que en 1748 se abre el Camino de las harinas, que une Burgos con Santander y que convertirá a esta en uno de los principales puertos del Norte; además en 1783 se crea el Consulado de Mar y Tierra. La apertura del camino de Reinosa en 1753 inicia un importante comercio de lanas y harinas castellanas, sobre todo a partir de 1765, cuando el puerto de Santander es habilitado para comerciar con las colonias americanas. En 1801 se crea la Provincia Marítima de Santander”.
El auge del puerto de Santander
El auge del comercio de harinas, procedentes de Castilla, junto a la importación de productos coloniales favoreció el establecimiento de la vía férrea entre Alar del Rey y Santander. El puerto de Santander fue aumentando su tráfico “hasta el punto de que llegó a llamársele “el Liverpool de España”. Las compañías navieras disponían de numerosos buques veleros y vapores y había líneas regulares desde el puerto de Santander con los puertos de Baiona, Nantes, Londres y Liverpool, aparte de las habituales con las Antillas españolas”.
Como se ha expuesto antes, desde mediados del siglo XVIII el puerto de Santander, que había funcionado durante la Edad Moderna como un puerto secundario de embarque de las lanas castellanas, se convirtió en el puerto más importante del Cantábrico y el primero de España para la distribución de los trigos y harinas de Castilla. Por delante incluso, de los puertos catalanes, incluido Barcelona, durante unos años. Por eso en esos años se popularizaron los eslóganes “Santander mar de Castilla” y “Santander Castilla al mar”.
Como señala el presidente del Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Cantabria, el agente de aduanas es una “figura imprescindible” para la internacionalización de la economía, poniendo sus conocimientos y experiencia al servicio de las empresas, que ahora más que nunca necesitan del comercio exterior para expandir sus negocios.
