Cepsa realiza el mayor suministro de biocombustible de su historia en el puerto de Barcelona

El combustible suministrado cuenta con un 24% de componente bio, fabricado a partir de aceites usados de cocina, lo que supone una reducción de 2.860 toneladas de CO2, además de fomentar la economía circular

Cepsa, ha realizado en el puerto de Barcelona el mayor suministro de biocombustibles de segunda generación de su historia hasta la fecha. Esta operación, realizada a un buque portacontenedores de 350 metros de eslora de la compañía Hapag-Lloyd, es la primera que realiza la energética en Barcelona y posiciona al puerto catalán como un referente en la descarbonización del transporte marítimo.

El biodiésel suministrado cuenta con un 24% de componente bio, lo que evitará la emisión de 2.860 toneladas de CO2, el equivalente a la plantación de 34.300 árboles. Este biocombustible ha sido producido a partir de aceites usados de cocina.

Actualmente, Cepsa puede suministrar por gabarra  combustibles sostenibles en el puerto de Barcelona y el área del Estrecho de Gibraltar, y a través de cisterna en todos los puertos en los que opera.

Para Samir Fernández, director de Marine Fuel Solutions de Cepsa, “los biocombustibles de segunda generación pueden utilizarse en los buques sin necesidad de realizar modificaciones en sus motores y cuentan con un elevado potencial de reducción de las emisiones de CO2 frente a los combustibles fósiles habituales, alcanzando una reducción de hasta el 90%, lo que les convierte en una solución ideal y del presente. Por ello, queremos que estén disponibles en todos los puertos en los que operamos y liderar su producción en esta década para ayudar a nuestros clientes a lograr sus propios desafíos de descarbonización”.

El uso de biocombustibles permite a las navieras adelantarse a los objetivos de la Unión Europea y de la Organización Marítima Internacional (OMI). En concreto, el conjunto de medidas Fit for 55 de la Comisión Europea incluye la iniciativa legislativa FuelEU Maritime, cuyo objetivo es reducir la intensidad de emisión de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo el 2% en 2025, el 6% en el  2030 y un 80% en 2050, comparado con los niveles de 2020, mediante el uso de combustibles sostenibles. Por su parte, la OMI ha revisado recientemente su estrategia de reducción de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo, fijando unos ambiciosos compromisos que se irán incrementando desde el 20% en el 2030 hasta las cero emisiones netas en 2050, en comparación con los niveles del 2008.