El año en que se celebra el décimo aniversario del Cliper (Club Logístico Intermodal Portuario de la Euro-Región) del puerto de Baiona ha dado comienzo con una primera sesión en la que, de nuevo, la sala registró un pleno de asistencia.
En esta ocasión y, tras un periodo convulso debido a la afección del Covid-19 y un año 2022 marcado por la instabilidad en los mercados de la logística, el Cliper regresa a su habitual cometido de reflexión, debate y trabajo en red, reuniendo a los representantes de empresas, profundizando en sus fines fundacionales: promover el intercambio, la creación y las buenas prácticas en el sector logístico.
Realidades y proyectos
Los miembros del Cliper, reunidos en la Cámara de Comercio e Industria (CCI) de Baiona – País Vasco. En esta ocasión, conocieron las novedades y desarrollos que ofrece la cuenca de Lacq, de la mano de Patrice Bernos, director general de Gip Chemparc. Cabe recordar que la zona industrial de Laqc está asociada al yacimiento de hidrocarburos descubierto en 1949 y que ha ido evolucionando hacia una zona química e industrial.
El Gip Chemparc ha devenido en 4 plataformas “Seveso” ligadas a la producción de polímeros, productos químicos, energéticos y gasísticos, además de una plataforma de I+D y transferencia tecnológica. Ahora encara también la descarbonización de sus actividades y se lanza de lleno a la gestión de la economía circular en base a la innovación, la investigación y el emprendimiento.
Patrice Bernos señaló que la plataforma acoge 30 empresas industriales y unas 200 más de servicios, con unos 7.500 empleos directos. También señaló que en los últimos 10 años se han invertido más de 1.000 millones de euros y que en los próximo cinco años se prevé la inversión de otros 1.700 M€ ligados sobre todo a la economía circular y la descarbonización.
Así, se creará una implantación para la producción de tierras raras (150 M€), una sexta línea de fabricación de fibra de carbono “premium” (150 M€), un nuevo desarrollo del quitosano, un producto fuertemente demandado en el sector medicinal, con una inversión de unos 250 M€.

Con todo, la inversión mayor la realizará la firma Elyse Energy. Su director de desarrollo, Mathieu Hoyer, explicó que la planta se dedicará a la fabricación de e-metanol para uso marítimo e industrial, así como de un electrolizador para la producción de hidrógeno verde (en Mourenx) conectado con la planta de Lacq.
Bernos explicó otras implantaciones, proyectos en marcha, como la plataforma logística de Lidl o la mayor instalación europea de almacenaje de energías renovables, o ya en funcionamiento, como las 4 centrales de producción de energía solar.
Sin embargo, se quejó de la imposibilidad de transporte y logística ferroviaria por la inexistencia de un ramal de conexión a la vía de ferrocarril que atraviesa Laqc. Por tanto, todo el transporte de mercancías, incluido hacia y desde el puerto de Baiona, se realiza mediante transporte por camión.
De Lacq al mundo
En este sentido, cobró relevancia la presentación de la empresa Perguilhem, radicada en Lacq y dedicada al transporte por carretera. Con nueve implantaciones y más de 500 colaboradores, da cobertura europea al transporte de sustancias especiales que se producen en las empresas de la zona.
Jean Perguilhem, presidente director general de la compañía explicó que el 60% de su actividad es nacional y el 40% restante se dedica al transporte internacional, apostando por la movilidad descarbonizada, pues los propulsores de sus vehículos cuentan con las más altas certificaciones medioambientales y están preparados para utilizar los nuevos combustibles más ecológicos.

Despertó el interés de la asistencia al señalar que dispone de cisternas de transporte realizadas en fibra de carbono que ganan en seguridad ante incendios y accidentes viales, además de reducir el peso en 1,5 toneladas frente a las tradicionales. Estas cisternas pueden transportar todo tipo de materias peligrosas, incluyendo gas y, en el futuro, transportando hidrógeno con total seguridad.
Una vez finalizadas las ponencias y la presentación de proyectos, los miembros de Club Cliper del puerto de disfrutaron del tradicional trabajo en red en torno a su fórmula de éxito de “vino y tapas”. Para la ocasión se ha elegido el nuevo espacio de restauración Etenaldia, donde Marina y Corine mostraron sus especialidades culinarias.