En la sesión inaugural de Seatrade Cruise Global Miami 2022, celebrada el lunes 25 de abril, se trató la cuestión de la resiliencia y se destacó cómo la acción, la colaboración y la empatía ayudaron a los cruceros a recuperarse tras el cierre de la industria de los cruceros por la Covid-19.
En este sentido, el congresista estadounidense Rick Larsen, del estado de Washington, indicó que el puerto de Seattle «quería volver a reactivar la actividad de los cruceros», además de señalar que «su objetivo es ser el puerto más limpio y ecológico de Norteamérica.» «La aprobación de la Ley CARES y el gasto en infraestructuras de Estados Unidos han apoyado y apoyarán la recuperación y el empleo», afirmó.
A su vez, el director del puerto de Everglades, Jonathan Daniels, señaló que el enclave estadounidense perdió 92 millones de dólares en ingresos y 11 millones de dólares en tasas durante la pandemia de la Covid-19, pero «la colaboración con las líneas de cruceros y el hecho de que el puerto de Everglades acoja el primer crucero marítimo que zarpará desde Estados Unidos en más de un año -el “Celebrity Edge” el 26 de junio de 2021- ha sido vital para la recuperación.»

Asimismo, según Daniels, la pandemia también dio a Everglades la oportunidad de diversificar su cartera con la incorporación de las compañías Viking Cruises y Disney Cruise Line, y de trabajar en avances tecnológicos en sus terminales para atender a la gente de forma más segura y eficiente.
Para Russell Benford, vicepresidente, Government Relations, Americas de Royal Caribbean Group, puertos como Everglades y Bridgetown (Barbados) “son fundamentales para la reanudación de los cruceros”.

En su intervención, la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, declaró que había copresidido un grupo de trabajo con el presidente y director general de Royal Caribbean International, Michael Bayley, para ayudar a alinear a la región en materia de protocolos y facilitar la recuperación del sector de los cruceros.
Así, la ministra de Turismo y Transporte Internacional de Barbados, Lisa Cummins, aseguró que «las personas tienen que ser lo primero». Además, Cummins explicó que Barbados invirtió 300 millones de dólares en un programa de recuperación de 24 meses que ayudó a reconvertir a los trabajadores del sector turístico en otros puestos de trabajo, por lo que no se despidió a ningún trabajador del puerto o del aeropuerto.