La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) estudia la posibilidad de aplicar “un recargo disuasorio” para paliar el problema de congestión que sufren las terminales ubicadas en su recinto portuario, según ha informado este viernes su presidente, Aurelio Martínez, tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Administración de la APV.
Estas medidas estarían dirigidas a rebajar el tiempo medio de rotación de los contenedores en el puerto de Valencia, que han experimentado un incremento de hasta el 40%, pasando de siete a doce días en los contenedores de importación y de nueve a dieciséis en los de transbordo: “Es como si hubieran reducido la capacidad de todas las terminales en un 40%, por lo que no va a quedar más remedio que buscar algún tipo de tarifa que penalice o disuada la no retirada de contenedores”, ha afirmado Martínez.
En este sentido, el presidente del puerto de Valencia ha señalado que esta falta de espacios está perjudicando notablemente a las exportaciones. “No es posible que los contenedores estén hasta treinta días en el puerto, porque esto también bloquea espacios a otros importadores para que puedan recibir su mercancía”.
Por su parte, el director general de la APV, Francesc Sánchez ha explicado que este recargo “no tendría, en ningún caso, un afán recaudatorio”, y que la finalidad del mismo sería “disuadir” al que tiene capacidad de retirar contenedores -importadores en la importación y compañías navieras en los transbordos- para que los tiempos de retirada de los contenedores no “excedan de lo habitual”.
Sánchez ha matizado que en ningún caso se trataría de una nueva tasa, “porque estas están reguladas por Ley y no tenemos capacidad de inventar una nueva”, y que la APV “todavía tiene que estudiar la fórmula». Del mismo modo se ha expresado Martínez, que ha expuesto la necesidad “de hablarlo entre todos para ver cuáles son las mejores soluciones. Hay que ver cómo se instrumenta este mecanismo”, ha puntualizado el presidente de la APV.
Las terminales del puerto de Valencia operan al 85% de su capacidad
Las tres terminales del puerto de Valencia están tomando medidas para rebajar los efectos de la congestión en el puerto de Valencia, puesto que están operando al 85% de su capacidad. CSP ha optado por restringir los espacios en los patios a las navieras, “unas restricciones que les está funcionando razonablemente bien”, según ha expuesto el propio Martínez. Similar solución ha puesto en marcha APM, “y a pesar de ello no han tenido el resultado esperado”, mientras que MSC ha decidido desviar sus tráficos de transbordo.
“Si hemos dicho que a partir del 70% ya hay desajustes, con un 85% ya tienen problemas muy graves”, ha remarcado Martínez, añadiendo que el “resultado de todo esto es que Valencia está en niveles en tráficos más bajos que los que tuvimos el año anterior”.