El Consolat de Mar se presenta en el Propeller de Barcelona como conciliador de conflictos

El Consolat de Mar de la Cambra de Barcelona fue el protagonista del almuerzo-coloquio del Propeller Club de Barcelona, celebrador el miércoles 9 de mayo.

El objetivo del encuentro fue recordar los principios de esta institución medieval como instrumento que se pone al servicio de los empresarios y comerciantes para propiciar la solución de sus conflictos y divergencias, de ámbito nacional e internacional, evitando el recurso al procedimiento judicial.

Para hablar de este tema, el encuentro mensual del Propeller Club, contó con la presencia de Jordi Domingo, cónsul mayor del Consolat de Mar.

Jordi Domingo
Jordi Domingo, cónsul mayor del Consolat de Mar, durante su intervención ante los miembros del Propeller Club de Barcelona

El abogado Jordi Domingo reivindicó que el Consulado de Mar vuelva a ejercer la mediación y el arbitraje en el mundo comercial y empresarial, hecho que, además de ayudar a desencallar los juzgados, también pone encima de la mesa una cultura de solución de conflictos que ahorra tensiones, tiempo y dinero.

El Consolat de Mar de Barcelona es el centro de resolución de conflictos de la Cambra de Comerç de Barcelona. Es el instrumento que se pone al servicio de los empresarios y comerciantes para propiciar la solución de sus conflictos y divergencias, de ámbito nacional e internacional, evitando el recurso al procedimiento judicial. Se trata de una institución secular que surge en la Edad Media, en la época de Pere III el Cerimoniós. Su vocación representativa de los intereses mercantiles lo llevó a defender y gobernar con acierto el mundo de los mercaderes, procurando la superación de los obstáculos propios de la actividad negociadora.