Dan mucho, merecen más

Ricard Rodríguez-Martos
Director de Stella Maris

Aún resuena en nuestros oídos el mensaje que la Organización Marítima Internacional (OMI), lanza año tras año el 25 de junio: “Gracias gente de mar”, cuando nos disponemos a celebrar dentro de pocos días la fiesta de la Virgen del Carmen, patrona de la gente de mar y lo hacemos desde Stella Maris con un lema que se extenderá por toda España “Dan mucho, merecen más”.

En el mundo hay en la actualidad aprox. 1,9 millones de marinos mercantes (según la ICS – Internationl Chamber of Shipping), que transportan más del 90% de las mercancías a nivel mundial y unos 58 millones de pescadores (según la FAO – Food and Agriculture Organization), que abastecen a la población mundial.

Es evidente que la gente de mar contribuye mucho al bienestar de la sociedad, una sociedad que, sin embargo, frecuentemente los ignora.

El trabajo en la mar es exigente, poco valorado y en muchos casos peligroso, como muestran lamentablemente los accidentes que, especialmente en la pesca, todos los años se producen. Las jornadas en la marina mercante son largas y los ritmos de trabajo cada vez más estresantes. Los barcos atracan lejos de las ciudades y sus escalas son cortas. Muchas veces los tripulantes no tienen ni tiempo de salir del barco y necesitan comunicarse con la familia, hacer una compra, asistencia para resolver algún problema que tengan, etc.

¡Cuánto agradecen que alguien suba a bordo simplemente para decirles: bienvenidos, estamos a vuestra disposición”! 

Queremos que los puertos sean sostenibles, y para ello no debemos olvidar que es importante que las tripulaciones de los barcos también lo sean.

La gente de mar merece mucha atención. Es vulnerable y necesitada de asistencia. Hay cosas que serán responsabilidad del armador o del estado de la bandera, como la seguridad física y laboral, los contratos estables, etc., pero la OIT, a través del  Convenio de Trabajo Marítimo 2006, hace hincapié en el papel de los puertos, indicando que deben ofrecer servicios de bienestar adecuados para la gente de mar, lo cual implica de alguna manera a toda la comunidad portuaria.

En medio de esta situación, nos disponemos a celebrar un año más la fiesta de la Virgen del Carmen, la fiesta de nuestra patrona. Es una manifestación entrañable de devoción popular, en la que toda la gente de mar, es la gran protagonista.

Celebrémoslo con alegría, hagamos fiesta, pero al mismo tiempo, rindamos homenaje a la gente de mar, cada uno desde su circunstancia, recordando que “dan mucho, merecen más”.