Debemos actuar de forma inteligente y solidaria, y de huir del “sálvese quién pueda”

Josep Maria Cruset

Presidente del Port de Tarragona

“Debemos convertir esta crisis en una oportunidad para adelantarnos a lo que ya sabíamos que deberíamos asumir: mayores dosis de go­bernanza, puesta al día tecno­lógico y eficiencia energética”

Para el presidente del puerto de Tarragona, Josep Maria Cruset, en esta crisis del Covid-19, “es verdad que el sector se ha comportado muy bien y ha sabido adaptarse rápidamente para dar respuesta a las necesidades de las familias y las empresas para que la cadena de suministro se mantuviese. Creo que su papel, como sector en general, ha recibido el reconocimiento de la gente que ha tenido siempre acceso a todos los productos de necesidad básica. Y por lo que se refiere al sector portuario también, especialmente entre los actores de las comunidades portuarias y las instituciones económicas que han acogido muy bien las medidas económicas especiales que se han tomado. Pero creo que no se ha reconocido suficientemente el esfuerzo y el trabajo de las personas que han estado a primera línea todo este tiempo: operativas, estibadores, prácticos, remolcadores, amarradores, aguadores, etc. etc. A ellos debemos agradecer que todo haya salido bien hasta ahora”.

Cruset opina que la logística será fundamental en la recuperación económica. “Es obvio que somos un eslabón muy importante en la cadena de valor de todos los sectores y, por lo tanto, nuestro papel será importante en la recuperación económica. En nuestro caso, el hecho de poder mantener las inversiones previstas supondrá un factor de dinamización económica para nuestro hinterland, de Tarragona hasta Guadalajara pasando por Aragón. La urbanización de la Zona de Actividades Logísticas, la construcción del muelle de Balears y el desarrollo de la Terminal Intermodal de Guadalajara suponen más de 70 millones de inversión y son proyectos que ayudarán a la dinamización económica en el corto plazo, generando actividad y ocupación, y en el medio, creando nuevas oportunidades de negocio”.

Según el responsable de la infraestructura catalana, “el sector deberá adaptarse a la nueva situación surgida tras los efectos de la pandemia, como todo los demás. Es difícil pronosticar ante un fenómeno tan nuevo y con unos escenarios poco definidos. Por norma general, debemos enfocar esta crisis como una oportunidad y afrontarla con el objetivo de mejorar en aspectos como la digitalización, la sostenibilidad y la eficiencia que son 3 de los factores clave que nos permitirán ser más competitivos. Por ejemplo, a pesar de todo los contratiempos derivados del Covid-19, el Port de Tarragona implementará este año un nuevo sistema de entregas de productos agroalimentarios (SEA) que permitirá aumentar el volumen de este tráfico, agilizar las operativas y ahorrar costes de transporte, entre otras ventajas, tras más de dos años de diseño y preparación, y con él esperamos ganar volumen y competitividad”.

Sobre la oportunidad que puede suponer la crisis del coronavirus para una transformación de la economía, Cruset manifiesta que “en un sentido general, creo que debemos actuar de forma inteligente y solidaria. Tenemos la obligación de huir del ‘sálvese quién pueda’, porqué esa actitud retrasará la recuperación económica. Si hay ayudas económicas, que sean para invertir en el futuro y no solamente para maquillar las cifras a final de año. Debemos convertir esta crisis en una oportunidad para adelantarnos a lo que ya sabíamos que deberíamos asumir: mayores dosis de gobernanza, puesta al día tecnológico y eficiencia energética”.

Según Cruset, “es importante que las decisiones se tomen a partir de análisis realistas de la situación actual, y por ello necesitamos hablar más entre actores para las decisiones sean más precisas y las inversiones más seguras. También es clave que abandonemos todas las excusas que están retrasando la digitalización de nuestro sector y de la sociedad en general, ya que en ella está la clave de la continuidad de muchos negocios y la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo. Y finalmente, la apuesta por una economía más sostenible, debe estar en el centro de toda decisión, puesto que ya no se trata de revertir el cambio climático sino de buscar nuevas actividades empresariales y de negocio”.

Respecto a los cambios de orden mundial que se pueden originar, el presidente del puerto de Tarragona explica que “los expertos ya hace décadas que predijeron que el eje del comercio mundial pasaría del Atlántico al Pacífico. Hemos estado viendo como esto se estaba produciendo sin reaccionar y ahora nos hemos dado cuenta de golpe por las consecuencias prácticas y cotidianas que ha tenido a raíz de esta crisis sanitaria: hemos dejado de producir bienes básicos y hemos sufrido por tener que depender de otros para obtenerlos. Por lo tanto, apostar por producir de manera local puede ser una oportunidad si el consumidor también está en esta longitud de onda a la hora de tomar sus decisiones de compra. Si este cambio de actitud se produjera, las otras dos soluciones tal vez no sean necesarias”.

Si hablamos de los efectos del Covid, Cruset remarca que “es evidente que la actividad se ha ralentizado en todo el sistema portuario en general, pero que también hay variaciones en función del tipo de tráfico. En el Port de Tarragona hemos visto que el tráfico se ha reducido entre un 15% y un 19 %, según se tome uno u otro periodo y como se compare. No creo que estas cifras se puedan atribuir solamente a la crisis del Covid-19 ya que, en nuestro caso, la tormenta Gloria, el accidente de Iqoxe y, de manera más significativa, la desaparición del tráfico de carbón, también han tenido mucho que ver con estas cifras. Creo que la actividad irá recuperando ritmo y volumen de forma paulatina y que, al final, habremos puesto los cimientos para que el año 2021 sea un buen año”.

“El objetivo debería ser una transición hacia una economía más competitiva, eficiente y sostenible”

En referencia a la recuperación económica, Cruset reflexiona que “la Administración pública deberá escuchar a todos los sectores para que los esfuerzos y las ayudas se equilibren en todos los casos. Sabemos que no habrá recursos económicos para todo – vengan de donde vengan- y que habrá que priorizar y hacer sacrificios, por eso es necesario que este reto se haga contando con los actores que conocen mejor cada realidad. El objetivo debería ser conseguir una transición hacia una economía más competitiva, más eficiente y más sostenible, que implique a todos y que no deje a nadie al margen”.

El presidente del puerto del Tarragona cree que el teletrabajo ha venido a quedarse “o al menos en parte. Algunos expertos en la materia auguran que un 40% de la gente que ha trabajado de manera no presencial seguirá haciéndolo a tiempo completo o parcial. En nuestro caso, como consecuencia de la adaptación digital iniciada hace ya algunos años, hemos conseguido que más del 55% de la plantilla de la APT pueda trabajar desde su domicilio durante el estado de alarma, con el apoyo de tutoriales en vídeo y formación online para aumentar el conocimiento de las herramientas y mejorar el trabajo online”.

En este sentido, añade, “el teletrabajo no substituirá al 100 por 100 las reuniones y los grandes encuentros sectoriales. La comunicación presencial y el trato directo siguen siendo claves en las relaciones humanas donde lo importante es crear un vínculo personal y una relación de confianza para luego trabajar juntos. Es posible que tardemos aún meses en poder celebrar ferias, convenciones y otros eventos, pero estoy seguro de que volverán y que lo harán con fuerza. Nosotros seguimos pensando que, tomando las medidas de seguridad y sanitarias pertinentes, encuentros como la tercera edición del Agrifood, se podrán celebrar antes de finalizar el año”.

En un escenario post-Covid y en el horizonte del 2021, Josep Maria Cruset opina que “un sector como el nuestro, al portuario me refiero, el año 2021 está a la vuelta de la esquina y es posible que sigamos tratando de resolver los mismos temas que teníamos antes, incluso, de la crisis sanitaria. A escala del sector, tenemos pendiente cerrar definitivamente un acuerdo positivo para todas las partes el tema de la estiba; tenemos pendiente saber cómo se va a adaptar el impuesto de sociedades al sistema portuario; y también, tenemos pendiente vislumbrar como nos puede afectar la voluntad homogeneizadora del sistema portuario por parte de Europa. A todo esto, hay que añadir, los temas que se derivan directamente de la crisis del Covid-19: qué papel se reserva a los puertos en la recuperación económica; cómo influirá la crisis a nivel mundial y en consecuencia en los tráficos de mercancías; y cómo serán y qué consecuencias tendrán la rebaja de tasas y otras medidas económicas que se ofrecerán a las empresas de la comunidad portuaria. A escala más local, el Port de Tarragona seguirá implementando su plan de inversiones ya que su futuro, pasa por la ZAL, la Terminal de Guadalajara y el muelle de Balears, entre otros, siguiendo nuestra estrategia de diversificación de tráficos”.

La opinión de los profesionales en el Covid

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