No olvidemos que todos estamos en la cadena de suministro y en la del consumidor final. Por ello es necesario ser coherente y no entrar al mercado de la locura con una escalada de precios que en nada beneficia y a la larga traerá más incertidumbre y más presión sobre el consumo final.
Un año más queremos aportar desde el Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Tarragona la visión que creemos nos encontraremos como nuevo reto para el 2022.
Mucho se ha escrito y dicho durante este ejercicio de los problemas de desabastecimiento del mercado y la falta de materias primas necesarias para la continuidad de muchas de las producciones de la industria. En algunos casos por los precios desorbitados que se están pagando por cargar contenedores desde la otra parte del mundo. No seré quién ponga la solución que ya me gustaría poderla dar, pues no está en mis manos y muchos menos en nuestro Colegio. Pero si daríamos la opinión, que para una mejor repartición de los mercados y la estabilidad de los fletes marítimos, se tendría que poner en valor, cuánto hay de cierto en la escalada de precios y que estos no se hayan producido por el aprovechamiento que las grandes corporaciones no se hayan aprovechado de aquel dicho que a río revuelto mayores ganancias.
En otra visión de futuro, los profesionales de aduanas, hemos estado asesorando a nuestros clientes, de qué forma y cómo mejorar y hacer más rentables sus cargas y servicios. No olvidemos que todos estamos en la cadena de suministro y en la del consumidor final. Por ello es necesario ser coherente y no entrar al mercado de la locura con una escalada de precios que en nada beneficia y a la larga traerá más incertidumbre y más presión sobre el consumo final.

Ahora hay que ver el futuro con nuevas fórmulas y dónde acometer las gestiones que se desarrollan en nuestra labor, con una mayor disposición de asesoramiento a nuestro entorno. No hemos de olvidar que nuestro colectivo del que formo parte como presidente de un centenario Colegio, como es el de Tarragona, el cual ha sido partícipe con su aportación al igual que otros Colegios del país, aglutinados bajo la dirección de un Consejo General, han sido los artífices de poder desarrollar unas enmiendas a un proyecto de Ley que de haber sido aprobado como estaba redactado, hubiese significado una gran pérdida de oportunidades de negocio y de empresas logísticas y la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. Por ello quiero poner en alza que a los actores del sector aduanero, los verdaderos aduaneros, los agentes de aduanas y representantes aduaneros, que hemos sido capaces de poner nuestro conocimiento y esfuerzo profesional, para debatir, proponer, convencer y finalmente modificar los artículos que más perjudicaban al sector aduanero de la Ley antifraude. Eso nos da una visión, que quizás nunca antes se había tenido en cuenta y no se habían llegado a plantear otras organizaciones, de la verdadera fuerza que tienen los agentes de aduanas y representantes aduaneros como se nos conoce después de la entrada en vigor del CAU.
Por todo ello y cara al 2022, nuestro colectivo afronta con una mejor predisposición y fuerza un nuevo ejercicio más relajante, con el que seguiremos prestando nuestros conocimiento al sector del comercio internacional.
Como presidente del centenario Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Tarragona, digo que el futuro es de quien lo proyecta, como es nuestro caso, y el que finalmente lo hace presente con un buen desarrollo y trabajo profesional. Presente y futuro tienen un denominador común, que es ser creado y ejecutado, así veremos un retorno a la nueva normalización desarrollada con una perspectiva alargada a las nuevas tecnologías de las que ya estamos inmersos para dar una respuesta de futuro al próximo despacho centralizado europeo.
Deseo aprovechar esta nueva oportunidad para desear a los lectores de esta publicación tan necesaria para nuestro sector, y saludarles con el deseo de un futuro prometedor y más activo, bienvenido 2022.