Deseos para el próximo año

Ezequiel Pérez

Adjunto a Gerencia y Jefe de Importación de ITEM International

Creemos que lo peor ya ha pasado y que todo volverá a su lugar, aunque el ritmo de alineamiento de los procesos y de los participantes de la cadena logística es una incógnita y va más allá, seguro, del 2022.

Estos últimos dos años, 2020 y 2021, han sido difíciles y hemos sufrido continuamente un susto detrás de otro. 

La disfunción de la cadena logística a nivel mundial, que hace año y medio nadie imaginaba que se pudiera producir nunca, nos ha afectado al 100% en nuestro día a día operativo y también, como no, a nivel de negocio.

Terminamos el año 2021 y nos deja estos últimos días con una brizna de esperanza con el que parece el inicio de una tendencia hacia la estabilidad en la cadena de suministro.

¿Qué podemos esperar del 2022? Creemos que lo peor ya ha pasado y que todo volverá a su lugar, aunque el ritmo de alineamiento de los procesos y de los participantes de la cadena logística es una incógnita y va más allá, seguro, del 2022.

Como cargadores nos vemos todos en la obligación de asegurar como mínimo la posibilidad de obtener la carga. Sin carga no hay negocio, es imperativo que los contenedores lleguen. Esto obliga a las empresas a buscar relaciones más sólidas con los proveedores de espacio. ¿Estrechando estos lazos podemos salir escaldados? No lo sabemos con certeza, pero siguiendo una línea conservadora queremos acercarnos a los shippers gracias a la herramienta del tender a largo plazo, que es una herramienta cada vez mes extensa.

Por otro lado, controlar el impacto de las diferentes subidas de precio que están provocando una inflación importante, es difícil. Acercarnos al cliente final a través del servicio es indispensable. Para dar un servicio correcto, necesitamos seguridad y continuidad en la cadena.

¿Como hacer que la cadena de suministro sea un valor añadido y no un problema? No hay ninguna fórmula que te asegure el éxito en el cumplimiento de todos los procesos logísticos, pero trabajar codo a codo con partners especializados y con capacidad de servicio, desde mi punto de vista, es indispensable.

La tendencia de los últimos años en el sector naviero hacia la concentración creo que no ayuda a facilitar la estabilidad en la cadena de suministro pues ocasiona una reducción en la eficiencia de los procesos. Esta concentración ha provocado que se muevan grandes buques alrededor del mundo; algunos de los puertos donde se ven obligados a realizar escala no están capacitados para asumir el volumen de descargas y transporte que esto comporta. Hablamos por ejemplo de la capacidad de descarga de contenedores y su transporte terrestre o la vigilancia aduanera. Esto no ayuda a la posible reducción de costes al cliente final. La ineficacia de la cadena se traduce con un incremento de coste de los productos que acaba asumiendo el consumidor.

La integración de procesos y su digitalización necesita de una aceleración por parte de todos los componentes de la cadena logística. La transversalidad de este concepto repercute a toda la cadena y ya no se puede demorar más. Si no afecta a todos los actores involucrados, de manera paralela, no será efectivo del todo. El sector necesita digitalizarse, herramientas como el B/L electrónico, despachos de aduanas, y la posibilidad de un tracking fiable y ágil durante toda la cadena, son imprescindibles de obtener, puesto que aportan datos que podemos compartirlos de manera fácil, fiable e inmediata. El esfuerzo y la coordinación de todos es clave para lograr objetivos. Además, en esta transformación creo que los organismos oficiales y las administraciones juegan un papel de liderazgo y facilitador de este desarrollo dentro de unos estándares globales.

Todo este desarrollo tiene que llevar implícito una mayor sostenibilidad en cada uno de los procesos. Tenemos claro que nuestra huella tiene que ser más ligera y que el futuro desarrollo económico y empresarial tiene que ir de la mano de la conservación del planeta. Cualquier avance tiene que ir en esta dirección.

Desde nuestro punto de vista, como cargadores del Far East, esperamos un primer semestre con una ligera tendencia de bajada en precios y a una mejora en el cumplimiento de los servicios. Además, creemos que durante el segundo semestre esta tendencia será más notoria. En gran parte dependerá de cómo la economía global responde a la situación inflacionaria y si esto da lugar a una ligera
desaceleración en el crecimiento esperado y a una disminución en la demanda de los productos. Esto provocaría un ligero descenso de la presión sobre la cadena de suministro.

Desde nuestro punto de vista, como cargadores del Far East, esperamos un primer semestre con una ligera tendencia de bajada en precios y a una mejora en el cumplimiento de los servicios.

¿Cuándo volveremos a la situación pre-pandemia? Es una incógnita. La volatilidad de lo que estamos viviendo y la lección que hemos aprendido durante los meses de pandemia nos hace ser prudentes. Nos damos cuenta de que nada es para siempre. Tenemos que tener destreza en el cambio y adaptación; la cadena de suministro se tiene que fortalecer mejorando su capacidad de resiliencia y flexibilidad.

¡¡¡Prever que las cosas mejorarán es más un deseo que una realidad a corto plazo, pero no se tiene que perder nunca la esperanza y esperar lo mejor para el 2022!!!

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