La operación de incautación de 575 kilos de marihuana de gran calidad, ocultos en un cargamento de lechugas, se desarrolló cuando investigadores del Servicio de Vigilancia Aduanera del País Vasco y la Guardia Civil que se encontraban controlando el embarque de vehículos y mercancías en el barco de Brittany Ferries que une el puerto de Bilbao con el de Rosslare (Irlanda), detectaron un camión procedente del sur de España que despertó sus sospechas por ser susceptible de ser utilizado para la ocultación de sustancias de contrabando.
Tras la inspección se localizaron 500 bolsas de plástico envasadas al vacío que se encontraban camufladas en el interior de cajas que contenían las lechugas.
En esta actuación se aprehendieron cogollos de marihuana con un peso total aproximado de unos 575 kilos, valorada en unos 3,7 millones de euros en destino. Por estos hechos, el conductor del camión fue detenido por un delito de tráfico de drogas.
Nuevas fórmulas de camuflaje
El “Modus operandi” en esta operación se suma a una amplia lista de sistemas utilizados por las organizaciones contrabandistas para eludir los controles aduaneros. En este caso, por un lado, camuflando mercancía legal con ilegal aprovechando el tráfico ordinario de productos de consumo habitual.
Por otro, con la utilización de la técnica del envasado al vacío, que presenta la doble ventaja de un prensado de la marihuana para así reducir el volumen e introducir más cantidad, y a la vez ocultar el característico olor que delataría su presencia.
