Cámarabilbao detecta un mayor pesimismo empresarial en su balance anual

La Cámara de Industria, Servicios y Navegación de Bilbao ha ofrecido su tradicional análisis fin de año sobre la actual coyuntura económica de Bizkaia y los escenarios empresariales que se presentan de cara al año próximo. La presentación fue la primera de José Ignacio Zudaire como presidente de Cámarabilbao, acompañado por el secretario general de la institución, Mikel Arieta-araunabeña.

Para Zudaire, la situación se caracteriza por la incertidumbre y la constatación de que “el mundo se está desacelerando” y la economía vasca y vizcaína no están al margen de esta situación. No obstante, se mostró ligeramente optimista puesto que antes del verano “esperábamos una recesión” y por ahora, estamos en una situación de crecimiento lento. Los datos presentados nada tienen que ver con el avance realizado ahora hace un año por la institución cameral, cuando se constataba el “optimismo de las empresas vizcaínas” y se preveía un “despegue económico” tras la pandemia.

Según los datos recogidos, la economía de Bizkaia se recupera, la inflación se modera con descensos en los precios energéticos, sus exportaciones ya representan el 41% de los de Euskadi y baja el paro. Por tanto, la crisis “ha hecho mella” en las empresas, que trasladan “prudencia” ante el nuevo año, especialmente en facturación, empleo o inversiones.

En el análisis se aprecia que Bizkaia supera por una décima al crecimiento del PIB del conjunto de Euskadi y de España en el tercer trimestre del año y se queda en el 3,9 % en la variación interanual en relación al mismo periodo del año pasado. Cuando las estimaciones presentadas recientemente por el Gobierno vasco apuntan a un crecimiento de la economía vasca del 4,3% para el conjunto de 2022, y del 2,1% para 2023, la Cámara prevé que el crecimiento de Bizkaia para este año será de un 4,1% o un 4,2% y para 2023, la previsión es menos optimista y es del 1,7% o 1,8%.

En la comparativa general con los datos macroeconómicos prepandemia se aprecia una inflación muy superior, la relevante depreciación del euro o la duplicación del saldo comercial negativo de bienes; mientras, las empresas muestran un menor optimismo.

El comercio exterior de bienes de Bizkaia presenta un creciente saldo deficitario y en el período enero-septiembre casi se ha duplicado el déficit registrado en todo el año 2021, debido al fuerte incremento registrado en el valor de las importaciones. La debilidad del euro ha encarecido las importaciones, pero también ha favorecido las exportaciones, que en el caso de Bizkaia continúan ganando peso en el conjunto de la Comunidad Autónoma, y ya representan el 41% del total de las tres provincias.

Por sectores, y hasta cuando se tienen datos consolidados, la actividad industrial en Bizkaia creció un 5,2%, un valor superior en 1,5 puntos al crecimiento de la actividad en el conjunto vasco; la actividad comercial aumenta un 0,6% frente al decrecimiento del 0,4% en Euskadi; y la construcción crece un 11,5% en Euskadi. Crecen un 22% las pernoctaciones en establecimientos turísticos y hoteleros de Bizkaia; los pasajeros del aeropuerto de Bilbao, que en octubre ya han superado en un 70% los datos de 2021; y el tráfico del puerto de Bilbao, que se incrementa en un 5,8%.

Comparecencia de Mikel Arieta-araunabeña y José Ignacio Zudaire
Comparecencia de Mikel Arieta-araunabeña y José Ignacio Zudaire

Señaló Zudaire que las empresas de Bizkaia muestran un menor optimismo que hace un año, ya que actualmente el 61% opina que el entorno económico durante 2022 muestra una evolución negativa cuando hace un año solo el 18,5% era tan negativo, y la mitad aumentaba su confianza en la mejora durante 2022.

Por su parte, el 59% declara una previsión negativa de cara a 2023 y el 31% considera que el entorno donde se desenvolverá su empresa será igual a este, con un mayor pesimismo en las empresas de servicios, afectadas por el decaimiento del consumo privado. Las empresas encuestadas se decantan, en general, por una previsión de estabilidad de cara a 2023 tanto en cifra de negocios, como en el empleo y en las inversiones.

En lo referido al desempleo, en Bizkaia la tasa de paro se sitúa en 9,6%, algo más de un punto superior al resto de Euskadi (8,3%) y tres puntos inferiores a la de España (12,7%).

En cuanto a los retos principales retos de cara al año que viene apuntan, en gran medida, a los costes laborales y el acceso asequible a la energía y materias primas, seguido de la escasez de personal cualificado, las interrupciones de las cadenas de suministro y el acceso a la financiación.

En la escala propuesta en la encuesta, más del 60% declararon que se han visto bastante o muy perjudicadas por el encarecimiento de los precios energéticos del último año, y el 53% de las empresas afirman haber tomado algún tipo de medida al respecto, como el incremento de los precios de venta y la reducción de los beneficios. De hecho, el 67% de las empresas encuestadas señalan que si se mantuviera esta coyuntura de costes energéticos elevados se plantearían aumentos adicionales en sus precios de venta. 

Tras años atrás

La comparativa imprescindible con los datos macroeconómicos prepandemia, del 2019, muestran importantes diferencias: una inflación muy superior, al haberse pasado del 0,4% al 7,1%, con una escalada de precio no registrada en décadas, la relevante depreciación del euro respecto al dólar y el fuerte incremento de los tipos de interés.

El saldo comercial negativo de bienes se ha más que duplicado a pesar de la depreciación del euro, por el efecto del encarecimiento de las importaciones. Por el contrario, el mercado laboral muestra un mejor comportamiento, con una menor tasa de paro, y una mayor afiliación media a la Seguridad Social. Por lo que se refiere a la visión empresarial, se observa un menor optimismo y, así, si en 2019 un 20% de las empresas confiaban en que 2020 sería un mejor año, en 2022 este porcentaje se sitúa cerca del 10%.

En la misma línea, las valoraciones sobre incrementos en la cifra de negocios y el empleo son inferiores a las registradas en 2019. Entonces más de un 40% y un 14% confiaban en incrementar sus ventas y su plantilla en 2020, mientras que en estos momentos sólo muestran este optimismo el 22% de las empresas en lo referido a las ventas y el 10% con lo que tiene que ver con el empleo.

Los datos también apuntan a un empeoramiento de la situación en términos de volumen de producción, volumen de exportaciones, nivel de inversiones y ventas interiores. Casi la mitad de los encuestados reconocen haber incrementado los precios por causa de la inflación, aunque son muchos los que resisten mediante medidas de ahorro energético, mejoras en la productividad y otras relacionadas con el empleo.