Se han estudiado dos escenarios en la afectación de la crisis sanitaria al aeropuerto de Barcelona en el 2020, uno de optimista con una reducción del 48% y uno de moderado con una reducción del 74% de pasajeros respecto del 2019
La pandemia Covid-19 afectará de pleno la actividad al aeropuerto de Barcelona los próximos años. Se contempla que la campaña de verano tenga una reducción de pasajeros de entre el 73% y el 81%, dependiendo de una visión optimista o más moderada.
También se estima que el tráfico se empezará a recuperar en la temporada de invierno, por lo cual, el mes de diciembre podría registrar una reducción del 25%-30% respecto del volumen de pasajeros del año 2019. Estas son las principiales conclusiones que se extraen del Informe de Tráfico Aéreo que elabora periódicamente la Cambra de Comerç de Barcelona, de acuerdo con las previsiones de IATA y OACI para Europa.
El volumen de pasajeros en Barcelona el 2020 se estima, según estas previsiones, entre 12,2 y 24,6 millones de pasajeros punto a punto (sin considerar los pasajeros en tráfico)
Según un escenario optimista, se prevé una reducción acumulada del 48% de los pasajes respecto del 2019; y según una previsión más moderada, una reducción del 74% de pasaje. Siguiendo los dos escenarios, el volumen de tráfico en Barcelona en 2020 podría oscilar entre 12,6 y 24,2 millones de pasajeros punto a punto (O&D, es decir, con origen o destino en Barcelona, sin tener en cuenta los pasajes en tránsito).
El estudio contempla que los vuelos domésticos puedan activarse de forma importante entre junio y principios de julio. Y, concretamente, se prevé que a partir de junio los viajes europeos se vuelvan a elevar aprovechando las recomendaciones de la UE y ya tengan una cierta normalidad para el último trimestre del año. Por el contrario, los vuelos intercontinentales no se estima que tengan una reanudación significativa hasta la temporada de verano del 2021 (marzo-octubre).
El nivel de tráfico aéreo internacional del 2019 puede tardar a recuperarse entre 2,5 años (según estimaciones más optimistas) y 5 años en el peor de los casos