El Año Europeo del Ferrocarril se presta a crear un lobby ferroviario sólido

Las infraestructuras y la logística son siempre relevantes en el desarrollo de un territorio, pero en tiempos de crisis es imprescindible que las Administraciones dediquen un mayor esfuerzo a establecer estrategias adecuadas para afrontar en una buena situación el futuro: la Unión Europea ha declarado 2021 como el Año del Ferrocarril.

En opinión de la Plataforma en defensa del ferrocarril Directo Madrid-Burgos, los grupos políticos deberían ser conscientes de la situación de marginalidad que España tiene actualmente en esta infraestructura comparada con el resto de Europa, así como de la necesidad de contar con una logística ferroviaria fuerte en el país.

Los Presupuestos Generales del Estado son una oportunidad y el instrumento más adecuado para enmendar la situación actual, prestar más atención al ferrocarril y resolver cuestiones como la fiscalidad y la financiación del transporte en nuestro país.  Siempre quedan opciones como contar con fondos ferroportuarios, llegar a convenios con el ADIF y las comunidades autónomas para las primeras actuaciones, y, en definitiva, lograr que este Corredor acabe materializándose.

Francisco Cebas, Vicepresidente y Jorge Núñez Presidente de la Plataforma del F.C. Directo Madrid- Aranda – Burgos

Para este 2021, desde la Plataforma creen que crear un lobby sólido al respecto sería imprescindible. Apostar por que se utilizara hidrógeno, impulsado por la UE, en la tracción a medio plazo tras su apertura, sería un gran abordaje. Los fondos europeos de reconstrucción podrían dedicarse en parte a este proyecto, a su modernización, con fines de mejora logística y prueba de líneas de hidrógeno sin electrificar, como visión de futuro.

Sostenibilidad económica y ecológica

Desde la Plataforma en defensa del ferrocarril Directo Madrid-Burgos, consideran que la reapertura de esta línea ferroviaria, con años de reivindicación, debería ahora ser una prioridad y gozar de una plena atención, tanto por parte de los políticos como del sector empresarial. La línea se encuentra en estado de interceptación y suspensión del tráfico comercial desde Soto del Real a Aranda de Duero desde 2011, tras un desprendimiento en el túnel de Somosierra. Desde entonces la Plataforma viene reivindicando la actuación de mejora y apertura a dicho tráfico.

Las ventajas de la línea se podrían resumir en el ahorro de 100 km netos en las conexiones Europa-España-África, principalmente en el Corredor Central Algeciras-Bilbao/Hendaya/Francia, sin menospreciar la importancia de salida directa para el puerto de Sines, conectando con la conexión que se encuentra en construcción por Évora, Badajoz, Mérida, Cáceres, Navalmoral y Madrid (proyecto prioritario para la Comisión Europea). También reduciría las rampas, con 10 milésimas, permitiría menores tiempos, mayor competitividad que la actual, menos gasto de combustible y reducción del CO2 a la atmósfera.

Desprendimiento en el túnel de Somosierra

El modelo europeo

Desde las operadoras ferroviarias, Cámaras de Comercio, patronales y puertos siempre se ha mostrado el más firme compromiso, por la importancia en el ahorro de costes, intermodalidad, posibilidad de vehicular los tonelajes que actualmente van por carretera utilizando el modelo de ferroutage, ya aplicado en Europa. Todo redundaría en ahorro tanto para los transportistas como clientes finales. La terminal de Vicálvaro más allá de los puertos también se vería fortificada.

Entrando a detallar los motivos, en primer lugar, porque la cuota de transporte ferroviario en España no llega al 4%, muy  lejos del 18% del resto de la Unión Europea, que además tiene la intención de  aumentarse al 30% en 2030. En esta situación tan alejada de los estándares de nuestros socios europeos, hay mucho margen para potenciar líneas ferroviarias que aún permanecen oficialmente abiertas aunque sin permitir el tráfico de trenes, como la de Madrid-Burgos.

Mirando al futuro hay que recordar igualmente que  en Europa el sector del transporte es el mayor causante de emisiones de gases de efecto invernadero, responsable en gran medida del cambio climático.

Para frenar y reducir estas emisiones, a lo cual se había comprometido España a través del Acuerdo de París, es necesario también trabajar en una estrategia que aumente la presencia de un transporte más limpio y eficiente en la reducción de la huella de carbono.

La infraestructura existente se está deteriorando por falta de uso

En este sentido, el ferrocarril, comparado con la carretera, emplea seis veces menos energía, emite ocho veces menos contaminantes a la atmósfera, es tres  veces más silencioso y su huella de carbono es nueve veces menos al generado por la carretera. Pero además, el ferrocarril es un sistema de transporte capaz de utilizar de forma más eficiente fuentes de energía renovables, en términos de toneladas movidas por unidad de energía.

Con su 4% España no está precisamente bien situada en las casillas de salida para llegar a los objetivos medioambientales que se ha marcado Europa y por ello desde la Plataforma insisten en la necesidad de fomentar el transporte ferroviario en nuestro país en general, y más concretamente prestando atención a líneas ferroviarias que podrían estar en funcionamiento en un futuro cercano sin necesidad de dedicar exorbitadas inversiones, como las que se han llevado a cabo para la red del AVE.

Vertiente social

El ferrocarril también tiene una vertiente social asociada al medio ambiente y a la fijación de la población rural. Así, en base a la previsión reflejada en los Estudios realizados sobre esta línea en cuanto a los objetivos marcados de la acción por el clima, se podría reducir la emisión de hasta en 1 millón de kg de CO2 anuales, evitando la congestión de las carreteras. También se produciría una mayor vertebración, con servicios básicos en poblaciones de la Sierra Norte de Madrid, Nordeste de Segovia y Sur de la provincia de Burgos, dando una respuesta ante el reto demográfico, que contribuye a generar desigualdades económicas en el entorno rural. La discriminación presupuestaria en infraestructuras en esta zona de España impide la llegada de empresas en base al punto de Industria Innovación e Infraestructura.

Por otro lado la pandemia de la Covid-19 que se está sufriendo este 2020 a nivel mundial está precisamente acelerando cambios en las economías europeas que van dirigidos en dos direcciones: la ecología y la digitalización, aprobándose un plan de recuperación con un fondo europeo de 750.000 millones de euros.

La sociedad civil, movilizada por el tren

Se hace por ello ya urgente que el Estado español trabaje profundamente en una planificación de las infraestructuras del transporte atendiendo, por una parte, a los objetivos medioambientales, pero también teniendo en cuenta el contexto de escasez económica que se está viviendo y que perdurará en el futuro debido a la crisis sanitaria.

Las medidas que los distintos estados se han visto obligados a adoptar para tratar de frenar la pandemia han frenado el desarrollo de distintos sectores económicos que han motivado la aprobación de ayudas así como el incremento de la inversión a nivel sanitario.

Será necesaria una precisión quirúrgica en  las inversiones en infraestructuras

Esto provocará incrementos significativos del déficit y la deuda pública, por lo que será necesaria una precisión quirúrgica en  las inversiones en infraestructuras que planifique el Estado español.

En este contexto, desde la Plataforma consideran que se debería incentivar más el uso del ferrocarril y poner en marcha aquellos tramos que han quedado abandonados, como la línea Madrid-Burgos. Ello no sólo permitirá acercarse al cumplimiento de los compromisos medioambientales, sino que evitará que España se quede aún más descolgada en el desarrollo económico con respecto a sus socios europeos.

El  déficit de logística para el transporte de mercancías de gran tamaño, que se realiza habitualmente a través del ferrocarril, es un freno evidente al desarrollo de grandes industrias en muchos sectores. Asimismo, indica una gran dependencia del transporte de mercancías por carretera, que en el caso de volúmenes grandes supone incremento de costes a las empresas y por lo tanto reducción del margen de beneficios. Desde la Plataforma siguen animando a aprovechar 2021, Año Europeo del Ferrocarril.