Desgraciadamente, no se ve en parte alguna un plan detallado que presente los objetivos del 2030 en el transporte terrestre de mercancías. El problema estriba en que cada Estado miembro tiene sus propias prioridades que, en muchos casos, no encajan con los de la CE.
La Comisión Europea en el año 2011 estableció unos objetivos básicos para la red de transporte terrestre de mercancías en la UE, recogidos en el llamado Libro Blanco del Transporte.
El ferrocarril, que regularmente se utiliza para distancias largas, (superiores a los 300 km), debería absorber el 30% del tráfico.
Cuando creamos Ferrmed en el año 2004, la cuota de ferrocarril rozaba el 18%, algo semejante acontecía en el 2011 y lo mismo ocurre en las últimas estadísticas existentes (con la salvedad que ahora estamos hablando de la UE de los 27).
Por otra parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señala que dentro del European Green Deal los objetivos medioambientales del 2030 deberían aún ser más drásticos.
Desgraciadamente, no se ve en parte alguna un plan detallado que presente los objetivos del 2030 en el transporte terrestre de mercancías. El problema estriba en que cada Estado miembro tiene sus propias prioridades que, en muchos casos, no encajan con los de la CE.
Hay que tener en cuenta que el sistema de transporte de mercancías conlleva unas emisiones de gases de efecto invernadero que, a nivel de la UE, representan 275 millones de toneladas anuales (algo más del 30% del conjunto de emisiones del sistema de transporte, siendo el responsable del restante 70% el transporte de viajeros).
La situación es aún más dramática en lo que concierne a la proporción de gases nocivos, particularmente, NOx y a los accidentes y embotellamientos que provocan los camiones en las autopistas.
¿Cómo revertir esta situación? La única forma es atacar el problema con criterio “ABC”. O sea, identificar donde se concentra el tráfico terrestre y actuar con preferencia en estos tramos.
El “Ferrmed Study” contempla un análisis de todos los tráficos en el sistema de transporte terrestre (carretera, ferrocarril y barcaza) e identifica donde (dentro del EU Core Network) se concentra el 65% del tráfico. A esta red selectiva la denominamos “EU Backbone Network” y es ahí donde hay que invertir prioritariamente en Europa.
Por supuesto, el Estudio incluye la identificación y evaluación de las acciones que hay que llevar a cabo en las líneas ferroviarias y en las rutas navegables interiores, para transferir tráfico de las carreteras a estos sistemas de transporte, mucho más respetuosos con el medio ambiente.
Las actuaciones se concentran en las terminales intermodales y puertos, marshalling yards y en las correspondientes vías de interconexión.
El Estudio selecciona también los grandes hubs industriales y logísticos que deben interrelacionarse entre ellos dentro de la UE y con sus homónimos a nivel euroasiático. En este último aspecto, se cuenta ya con la colaboración de universidades y centros de investigación chinos, y esperamos que muy pronto también se incorporen por parte de la Federación Rusa y el Kazajistán.
Evidentemente, el Estudio contempla un análisis favorable del impacto de las acciones previstas en los ámbitos socioeconómico y medioambiental.
El Estudio, que se está llevando a cabo mediante un equipo internacional de expertos, ha creado una gran expectación en la UE y está recibiendo el apoyo de patronales, universidades, asociaciones profesionales, empresas, ayuntamientos, Cámaras de Comercio, sindicatos, etc., a través de la Ferrmed-EULER Declaration. (EULER = European / Eurasian Locomotive Economic Regions). Esperamos tenerlo terminado a comienzos del próximo año. En la Ferrmed Conference, prevista para el 16 de noviembre de este año en Bruselas, pensamos poder presentar un avance de algunos de los resultados previstos.