El puerto de Baiona pasa también a formar parte del selecto grupo elegido por la minera Geoalcali para la exportación de la producción de la mina de potasa de “Mina Muga”, el proyecto minero cuya construcción promueve en Aragón y Navarra.
Así, la Jornada Agroalimentaria y Bolsa de Cereales del puerto de Baiona, Agri’Vrac, ha sido el marco elegido para escenificar la firma del acuerdo de colaboración entre la empresa y el puerto.

Tras la firma de un protocolo de intenciones con la Autoridad Portuaria de Pasaia y con el puerto de Bilbao, ahora se certifica que el tráfico de productos mineros -potasa, sal vacuum y sal de deshielo- también tendrá una salida por el puerto de Baiona. El acuerdo firmado por Olivier Vadillo, responsable de relaciones con los inversores de Geoalcali, y Pascal Marty, director del puerto de Baiona, convierte a éste en “complementario” para la logística asociada a esta empresa. Así, los tres puertos del Cantábrico se confirman como “estratégicos para ofrecer flexibilidad en la cadena de suministro de Muga”, y con estos acuerdos se consolida esta ventaja competitiva importante que tiene el proyecto frente a otros productores de potasa internacionales.
Los puertos de Baiona, Bilbao y Pasaia se convierten en complementarios en la logística de la compañía minera
La sociedad Geoalcali obtuvo el pasado julio la concesión para la explotación de la Mina Muga y se apresuró a garantizar su capacidad para operar en los puertos de Bilbao y Pasaia en un futuro. Ahora hace lo mismo con el puerto de Baiona, avanzando en su estrategia de transporte y logística para la venta de muriato de potasa, MOP, (o cloruro de potasio) y sal de Mina Muga. En el Mediterráneo, es el puerto de Tarragona el que tiene más avanzado los acuerdos para el movimiento de potasas.
Disponibilidad de recursos portuarios
En virtud de este acuerdo, el puerto de Baiona confirma la disponibilidad de capacidad portuaria suficiente para cubrir el millón de toneladas anuales de productos -producción total- y facilitará la puesta en marcha de las infraestructuras y servicios logísticos necesarios en el puerto para satisfacer eficazmente las necesidades del proyecto. En este sentido, Pascal Marty aseguró que se instalarán almacenes complementarios a los actuales -alguno de ellos, derribando los más obsoletos- para atender la demanda de la empresa y adelantó que “ya hay un operador que ha comenzado la construcción de un nuevo espacio cubierto de 4.000 metros cuadrados”. Se trata, por tanto, de “un proyecto tractor” para toda la economía local y del hinterland del puerto de Baiona, que reafirma la posición del puerto como “actor logístico del suroeste francés” gracias a su experiencia y la nueva capacidad de sus instalaciones. Cabe recordar que en los últimos años las inversiones en nuevas grúas y muelles confieren al puerto de Baiona la capacidad de admitir barcos de hasta 25.000 toneladas. Unas inversiones que no paran y que en los próximos meses verán nuevas ampliaciones en los muelles de la zona de Blancpirgnon.

Ventajas logísticas
Olivier Vadillo confirma que la operación tiene importantes ventajas logísticas para los agricultores, que abaratan su cadena de suministro y desde Geoalcali se estudian todas las posibilidades intermodales para en transporte de sus productos. Así, además de los puertos de Baiona, Bilbao y Pasaia, también están considerando el transporte por ferrocarril a través de Canfranc y el trasiego de mercancías en camiones 100% eléctricos: un guiño a la ecología y la economía circular, muy presente en el proyecto Mina Muga.
La mina, que se desarrollará en dos fases, arrancará su construcción en el 2022 y prevé tener operativa la primera fase en el año 2024. En la primera fase, la producción estimada será de 500.000 toneladas por año de muriato de potasa y de 500.000 toneladas anuales de sal. Se prevé que la segunda fase, esté operativa “hacia 2027 o 2028” señala Vadillo. En la segunda fase, la producción anual estimada será de un millón de toneladas anuales de MOP y de otro millón anual de sal. Geoalcali prevé exportar una parte sustancial de su producción por vía marítima, pudiendo alcanzar las 700.000 toneladas anuales, montante a repartir de forma flexible entres los tres puertos vascos.
La concesión de la mina es para 30 años, si bien la intención de la empresa es seguir explotando este yacimiento y otros -como los antiguos de Potasas de Navarra- con mineral aprovechable durante “quizás 80 años, es un proyecto a muy largo plazo”, terminó Vadillo.