Una alta conectividad marítima y terrestre han convertido al puerto de Barcelona en uno de los recintos portuarios del Mediterráneo más dinámicos para el sector hortofrutícola. El enclave catalán, es el instrumento principal a través del cual exportan las empresas que integran Mercabarna, lo que supone cerca un 35% del total de frutas y hortalizas que comercializan este tejido empresarial.
En este sentido, el puerto de Barcelona cuenta con una oferta completa y diversificada en conexiones con el Norte de África, con Asia y con Europa. Conexiones regulares de contenedores, líneas de short sea shipping y servicios de ro-ro al servicio de la industria alimentaria catalana, y por extensión, de la española.
Durante estos días, una delegación de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) se encuentra presentando en la feria de Fruit Attraction de Madrid los servicios y potencialidades del puerto de Barcelona en un sector en constante reinvención.
El puerto de Barcelona, hub para el tráfico a temperatura controlada
En estos momentos, el puerto de Barcelona cuenta con alrededor de 3.500 conexiones de carácter permanente para contenedores refrigerados.
Asimismo, Barcelona dispone de una conexión diaria con Zaragoza para este tipo de mercancías, a través de un servicio ferroviario de contenedores a temperatura controlada (Canal frío).
El enclave catalán es en estos momentos uno de los nexos entre el mercado asiático y el europeo, consolidándose como una de las principales puertas de salida y entrada por el Mediterráneo para los productos reefers que se importan/exportan en la conexión Asia-Europa.