La huelga de los trabajadores de la estiba del puerto de Bilbao amenaza con alargarse durante un mes. La primera convocatoria de paros se realizó entre el 9 de octubre y el 25 del mismo mes y se va cumpliendo con paros parciales o totales. A falta aún de más de una semana para su finalización, cuatro de los sindicatos han presentado un nuevo preaviso de huelga que comenzaría el mismo día 26 de octubre y se extenderá hasta el 9 de noviembre.
Entre mutuas acusaciones, la negociación no avanza y el conflicto podría extenderse en el tiempo y también a otros puertos

Si a las empresas de la Asociación de Consignatarios de Buques y Estibadores del Puerto de Bilbao (ACBE) le parecía “un exceso” un paro de 16 días, ahora se enfrentan a un panorama de un mes completo en la anormalidad laboral. La nueva convocatoria supone un llamamiento a la huelgas de 50% del horario laboral, tanto en el turno de mañana, como en el de tarde y noche. Todas las partes llaman al diálogo pero el conflicto tiene visos de alargarse en lo que parece un “aviso a navegantes” para todos los puertos del sistema.
Apoyo sindical estatal
El coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), sindicato convocante y mayoritario en el puerto de Bilbao, ha viajado hasta la capital vizcaína para apoyar a los estibadores locales en su rechazo a la última propuesta realizada por parte de las empresas que integran Bilboestiba CPE. Antolín Goya, acompañado de los máximos representantes de la organización de trabajadores de todas las zonas del país, participaron en la concentración en el puerto de Bilbao, organizada por los estibadores, en su séptimo día de huelga. De esta forma se escenificó la “unidad y su apoyo” a lo que entienden una “respuesta ajustada a una agresión reiterada” por parte de las empresas que forman Bilboestiba CPE.
Goya reiteró las reivindicaciones que han llevado a los trabajadores a una convocatoria larga como no se veía hace años. Los estibadores reclaman el cumplimiento de los descansos diarios y semanales, la mejora de las instalaciones y maquinaria, la adecuación de la plantilla, acabar con exceso en los turnos de trabajo y la reducción de la precarización y la eventualidad en el empleo.
A éste respecto, Antolín Goya declaró que “el trabajo digno no es un privilegio, por más que a algunos no les venga bien” y enumeró los datos que así lo atestiguan: en 2010 había 408 estibadores en Bilbao y hoy hay 320. Además, en 2010 se contabilizaron 1.664 jornadas dobles frente a 7.933, en 2019 cuando se quedaron 7.818 jornadas sin cubrir por falta de personal, según dijo. Nada comentó de la posible disolución del CPE que encabezaba la lista reivindicativa y que las empresas ya aceptaron aparcar.

El coordinador general de la Coordinadora también acusó a las empresas de “mala fe” en la negociación, el mismo argumento que utilizó Bilboestiba CPE para referirse a la parte sindical. Los sindicatos dicen estar dispuestos a la negociación como “única vía para encontrar soluciones” a pesar de que “la experiencia demuestra la inmovilidad de las empresas y su política de incumplimientos”. En el lado contrario se afirma que las empresas tienen una “firme voluntad negociadora, constatada a lo largo de décadas con la firma de sucesivos convenios colectivos de estibadores portuarios” y apelan al cumplimiento de la legislación vigente.
Los perjuicios económicos a los actores logísticos en el puerto de Bilbao ya se están haciendo notar y se conocen cargas que han viajado a Gijón (contenedores), Santander (RoRo) y Pasaia (siderúrgicos). La rumorología habla de otras acciones y se hacen alegatos sobre rearmes de moral, pero el daño reputacional ya está hecho y sólo puede ir a más.