El puerto de Bilbao es canal habitual en el tráfico hortofrutícola proveniente de lugares como Centroamérica, Sudamérica y Sudáfrica, así como de diferentes puntos de la geografía española, con destino hacia Europa y otros lugares de la Península.
La instalación bilbaína mueve en torno a 170.000 toneladas anuales de frutas y hortalizas, de las cuales aproximadamente el 90% son exportaciones, y el 10% restante, importaciones.
Entre las principales partidas destacan las hortalizas congeladas; las cebollas, ajos y puerros; y los cítricos, con un importante tráfico de contenedores reefer.
El puerto de Bilbao ha reforzado servicios y agilizado trámites para los productos hortofrutícolas
Entre sus instalaciones más enfocadas al tránsito de mercancías de origen hortofrutícola, el puerto de Bilbao ofrece un Puesto de Control Fronterizo / Border Control Point (PCF) a la vanguardia entre los puertos españoles, una instalación de gran capacidad con 16 bocas, operativo las 24 horas que ofrece las siguientes habilitaciones: PCF, puerto de descarga, PED (Puntos de Entrada Designado), PED/PDI (Puntos para el control de productos alimenticios de determinados terceros países), radioactividad, RAH (Recintos Aduaneros Habilitados) y PPI (Puntos de primera introducción).
En Fruit Attraction
Una edición más, el puerto de Bilbao lleva su propuesta para la logística y el transporte de productos hortofrutícolas a Fruit Attraction, con el objetivo de consolidar ante los operadores nacionales e internacionales su posición como hub alimentario en el norte de la Península y explorar nuevas oportunidades para incrementar sus flujos de entrada.
El puerto vizcaíno presenta su oferta intermodal, su experiencia en este tipo de mercancías y la labor conjunta que desarrolla junto a Mercabilbao, en el punto de encuentro con exportadores e importadores de frutas y hortalizas que se celebra en Madrid.
Los mercados principales, que aglutinan cerca del 84% de las exportaciones de frutas y verduras, son el Reino Unido e Irlanda, países que han recibido un refuerzo de sus servicios a raíz de la irrupción del Brexit.
Entre los aspectos distintivos, para atender los tráficos derivados de la importación y exportación de frutas y hortalizas que el puerto de Bilbao presenta en Fruit Attraction, destaca e-puertobilbao, la plataforma telemática que ofrece a sus clientes para agilizar los procesos y las operaciones.
Por otra parte, en el puerto de Bilbao se encuentra la terminal de contenedores más importante del Cantábrico, gestionada por CSP Iberian Bilbao Terminal, que dispone de 540 tomas de enchufe para los contenedores reefer y de un acceso automatizado que agiliza y simplifica toda la operativa, incluida la de los transportistas de productos frescos; así como una terminal ferroviaria de 550 metros y cuatro vías.
Por estar por encima de los estandartes de seguridad exigidos a una terminal de contenedores, ha obtenido la autorización de Operador Económico Autorizado (OEA) de simplificación aduanera y protección y seguridad.
Por una parte, la terminal de frío, Frioport, dispone de 4.800 metros cuadrados, dos cámaras de congelación a -25 grados que suman 16.300 metros cúbicos y tres cámaras de frio positivo con capacidad para 7.500 metros cúbicos.
50 años de Mercabilbao
En el año que se cumplen 50 años desde que los Mercados Centrales de Fruta y Hortaliza se sitúan en la ubicación actual, Mercabilbao vuelve a Fruit Attraction de la mano del puerto de Bilbao para poner en valor su estrategia conjunta de internacionalización en el sector hortofrutícola.
El puerto de Bilbao colabora con el mercado mayorista más importante del norte de España, que comercializó más de 233.600 toneladas en 2020, una cifra que año aumenta cada año y para 2021, las previsiones siguen la misma línea de lograr números históricos de comercialización.
De hecho, la Unidad Alimentaria cuenta con una situación estratégica, muy próxima a la intersección del eje Paris-Hendaia-Madrid junto a la autovía del Cantábrico y una conexión directa con la red de autopistas, que junto al puerto de Bilbao, le posicionan en el punto ideal para llevar a cabo una estrategia de internacionalización eficaz y de calidad.
Se trata de una ventaja competitiva para los operadores del sector hortofrutícola, tanto desde el punto de vista de recursos, económico, de tiempo, infraestructuras disponibles o almacenes logísticos existentes.