El puerto de Bilbao profundiza en su estrategia de descarbonización

La Autoridad Portuaria de Bilbao ha sustituido los vehículos que componen su flota por nuevos modelos medioambientalmente sostenibles. La nueva flota cuenta, concretamente, con 21 coches eléctricos, tres híbridos, dos de GLP y uno híbrido enchufable. “A medida que vayamos rejuveneciendo la flota, iremos adquiriendo nuevas unidades más respetuosas con el medioambiente”, apuntan sus responsables. De esta forma, se ha pasado del 30% al 75% el número de vehículos de la flota portuaria alimentados por combustibles alternativos.

La Autoridad Portuaria de Bilbao renueva parte de su flota por vehículos más sostenibles

Al tiempo, y para poder recargar los vehículos eléctricos, se han desplegado 14 puntos de recarga dobles distribuidos en los aparcamientos de sus oficinas y en el Centro de Protección y Emergencias. Se trata de puntos de recarga rápida de 22 kW que permiten una carga completa de los vehículos en menos de tres horas, proporcionando una autonomía de entre 200 y 300 kilómetros.

Asimismo, se ha previsto que próximamente se lleve a cabo el despliegue de varios puntos de recarga de uso público en varias ubicaciones de las instalaciones portuarias. El próximo hito en materia medioambiental de la Autoridad Portuaria de Bilbao será la elaboración de un plan de transición energética, que estará finalizado a comienzos de 2022, con el fin de descarbonizar la actividad portuaria en el 2050. El plan evaluará las necesidades energéticas actuales y futuras, y establecerá una hoja de ruta de descarbonización para el horizonte 2030 y 2050, a partir del análisis del potencial de renovables y el cambio del marco energético.

Bilbao fue el primer puerto del mundo en conseguir el certificado EDP

Referente medioambiental

El puerto de Bilbao es referente en el campo medioambiental, como así lo atestigua el hecho de ser el primero del mundo en obtener la Declaración Ambiental de Producto (EPD), como pieza angular que se apoya en otros logros conseguidos previamente, como el certificado EMAS, la renovación de la flota de vehículos por otros menos contaminantes, la participación en proyectos europeos de investigación de combustibles más “verdes” para buques, mejoras en la calidad del aire, la reducción en los vertidos al mar, la reutilización de escombros en la construcción de nuevos muelles, o la inversión en iluminación LED en los ámbitos portuarios, o la incorporación de un remolcador dual a GNL, entre otros.