El puerto de Bilbao y la Diputación extienden el “efecto Bilbao” a la margen derecha de la Ría

La Diputación Foral de Bizkaia (DFB) y la Autoridad Portuaria de Bilbao trabajan en un proyecto conjunto que creará un bulevar ciclista y peatonal en la carretera de la Ría. El protocolo firmado por los responsables de ambas instituciones, Imanol Pradales (DFB) y Ricardo Barkala (APB), define los ámbitos de actuación de ambas instituciones para hacer realidad el proyecto de bulevar entre Bilbao y Getxo y que incluye un puente móvil entre Barakaldo y Erandio, apto para uso ciclista y peatonal.

El “efecto Bilbao”

El proyecto es clave para la extensión del “efecto Bilbao”, por el que las instalaciones y terrenos portuarios en desuso se han desafectado y entregado a otras instituciones como Ayuntamientos ribereños o la propia Diputación. En esos terrenos se han construido infraestructuras ligadas a la cultura, el ocio o la vivienda, como el Museo Guggenheim en Abandoibarra o la apertura del Canal de Deusto. También se busca extender el “efecto Bilbao”, el referido a la movilidad sostenible, a otros municipios de la Ría -Bilbao, Erandio, Leioa, Getxo y Barakaldo-, afectando a cerca de 600.000 personas. El nuevo bulevar se plantea como un espacio donde la movilidad ciclista y peatonal sea la protagonista, en coexistencia con un uso motorizado calmado de la carretera BI-711.

La actuación costará 36,5 millones de euros y estará en uso en el 2024

Actualmente se encuentra en la fase de elaboración del proyecto constructivo, que debe definir el trazado y las características, y la previsión es comenzar las obras en la segunda mitad del 2022 y finalizarlas a finales del 2024, con una inversión estimada de 36,5 millones de euros.

El bulevar que bordea la margen derecha de la Ría tendrá un trazado llano de siete kilómetros, con espacios diferenciados para bicicletas y peatones, y será de la máxima anchura posible, por lo que en algunos tramos deberá volar sobre la lámina de agua de la Ría. El proyecto contempla la construcción de un puente móvil, entre Erandio y Barakaldo uniendo las dos márgenes del Nervión, de modo que permita la navegación en el cauce fluvial. Este puente, que será de uso para ciclistas y peatones, facilitará la conexión del bulevar de la margen derecha de la ría con la red ciclo-peatonal configurada en torno al eje del Ballonti y Urban-Galindo en la margen izquierda. Tanto el puente como el bulevar se definirán con el conocimiento y la experiencia del grupo internacional de expertos en movilidad en bicicleta de la Universidad de Breda y de la Dutch Cyclist Embassy y del grupo impulsor de la bicicleta de Bizkaia.

Imanol Pradales y Ricardo Barkala quieren hacer realidad el proyecto de bulevar entre Bilbao y Getxo y de puente ciclista y peatonal entre Barakaldo y Erandio

Preservar la navegabilidad

El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, cree demostrado el interés de la institución en facilitar “con eficacia y eficiencia” el desarrollo de la Responsabilidad Social Corporativa y señala que la intervención del puerto es necesaria para las tramitaciones que se ha de llevar a cabo. Ricardo Barkala, ha recordado que la Autoridad Portuaria ha facilitado el desarrollo en el entorno de la Ría y del propio puerto de Bilbao de numerosos proyectos y actuaciones urbanísticas de interés general, la creación de paseos marítimos, el establecimiento de accesos y viarios públicos o la recuperación y apertura de nuevos espacios recreativos para la población de los municipios ribereños.

Según Barkala “ahora, tenemos ante nosotros la posibilidad de propiciar un nuevo proyecto en esta línea que llega de la mano de la Diputación Foral, para el que hemos realizado previamente trámites para la desafectación de varias carretera y espacios públicos, de cara a desvincularlos de la actividad portuaria para que pueda ser de uso ciudadano. Lo que seguimos siendo es la administración competente en relación a la lámina de agua de la Ría de Bilbao que circunda y une por mar a los municipios de Erandio y Barakaldo”.

Barkala ha remarcado, asimismo, la importancia que tiene el hecho de que el puente que unirá en un futuro ambas márgenes, sea móvil y tenga una altura mínima para mantener la navegabilidad en el cauce fluvial, “por la actividad portuaria que aún hay en la ría y por mantener y potenciar el tráfico de ocio”. Aún se conserva un tráfico marítimo comercial de alrededor de 100 buques anuales y aguas arriba del futuro puente, son más de 50 los barcos que realizan suministro a empresas. Estos buques tienen una eslora de 140 metros y 23 de manga, con lo que el proyecto contempla un canal de navegación de 60 metros de ancho.