El balance del primer semestre en el puerto de Cartagena ha registrado un resultado histórico, llegando a movilizar cerca de 18,3 millones de toneladas, dato en el que ha tenido especial incidencia el incremento del 14,6% de los graneles sólidos.
Dentro de este grupo, los productos agroalimentarios se incrementan en un 15% y más de 2,2 millones de toneladas, con lo que su peso en el total del balance representa el 44% del total del granel sólido. En cuanto a la mercancía general, las frutas y hortalizas suben un cerca de un 28%. En estos dos grupos se espera aún un mayor incremento, puesto que la pertinaz sequía en el campo ha provocado una cosecha de cereales muy escasa y la necesidad de estos productos se ha de solventar mediante la importación de estos productos. Además, en lo referido a los productos hortofrutícolas, el puerto de Cartagena comenzará en breve la importación de cítricos procedentes del invierno austral, con vistas a su distribución por toda Europa.

Otros graneles sólidos a destacar son fruto de la apuesta por la diversificación de tráficos está permitiendo afianzar nuevas mercancías en el puerto de Cartagena. Productos como el carbón, la sal o el cemento y clinker. Así, el carbón ha registrado en el primer semestre un crecimiento del 60% con respecto al 2022 con más de 1,1 millones de toneladas movidas; la sal común, que crece más de un 23%, así como también han crecido el cemento y clinker en un 4,7%.
Bajan los graneles líquidos
En los referido al tráfico de graneles líquidos, el alza del 13% en el gasoil y la gasolina no puede empañar el descenso general. En el primer semestre se acumulan 13,82 millones de toneladas, con una bajada del 2,91% con respecto a las mismas cifras del año anterior, consecuencia de la parada en la refinería de Repsol y de un descenso en la entrada de GNL. En este sentido, desde el puerto de Cartagena se señala la menor llegada de buques gaseros, porque los depósitos de gas están llenos tras el bajo consumo realizado durante este invierno, sumado a que el año pasado las regasificadores españolas duplicaron su actividad.