El primer trimestre de 2020 ha deparado unos resultados positivos en el puerto de Gijón, con un incremento del 5% en sus tráficos y alcanzando, casi, los 5 millones de toneladas. En concreto han sido 4.887.099 las toneladas trasegadas por El Musel, destacando en este resultado el notable incremento de la importación y exportación de carbón a través de los muelles comerciales que, con un 83%, sumó 1.973.343 toneladas.
El tráfico portuario crece el 5% en el primer trimestre del año
Sin embargo la mercancía general, afectada de forma especial por la bajada de productos siderúrgicos, ha disminuido algo más del 5%, mientras que la EBHI lo hacía en un 19%, descendiendo más de medio millón de toneladas, debido a la caída de importación de mineral de hierro, principalmente. En concreto la EBHI movió 2.284.352 toneladas de graneles.
Otro capítulo que ha evolucionado a la baja, debido al menor consumo de gasolinas y gasóleo, ha sido el de los graneles líquidos, que ha disminuido el 35%.
Tanto el tiempo transcurrido como las previsiones apuntan a un mes de abril favorable en el movimiento de mercancías y graneles pero no así a partir de mayo, en el que todo indica a una acentuada y sostenida disminución del mismo.
Tiempos difíciles
La crisis producida por el Coronavirus, Covid-19, llena el futuro de incógnitas en el puerto de Gijón. Así lo explica la Autoridad Portuaria en un comunicado en el que menciona la intención de conjugar “la prioridad de preservar la salud de sus empleados” con todas las medidas a su alcance y de acuerdo siempre con los criterios de las autoridades sanitarias, con “el mantenimiento de la actividad que le es propia”.
Rinde homenaje a “la profesionalidad y dedicación de unos profesionales conscientes de la importancia para la economía asturiana de la actividad portuaria y de manera muy especial para centenares de empresas que dependen para su producción o comercialización de productos y mercancías que pasan por nuestros muelles”. Sin olvidar que “preservar la salud es lo más importante”, desde la APG avisan de que en el apartado operativo se avecinan “tiempos difíciles” para los que hay que prepararse para “sobrellevarlos de la mejor manera y estar en condiciones de encarar la senda de la recuperación lo antes posible”. Por ello hacen un llamamiento a “ser aún más eficientes, más agiles y más flexibles” cuando sea necesario, para ayudar así al entorno económico a su pronta recuperación, apostando por la “responsabilidad” de cuantos desempeñan su labor en el puerto, como “el mejor activo” para lograrlo.