El problema del intrusismo en los barcos con destino a Reino Unido ha regresado con fuerza al puerto de Santander. Se trata de una situación recurrente en los puertos del Cantábrico en los que la presión migratoria se ha ido desplazando de unos a otros en función de las medidas que se han tomado para atajarla. Así, en su momento, fue la comunidad portuaria de Bilbao la que sufría de forma insistente el problema, tras la construcción de un muro de 4 metros de altura en el propio puerto, en 2017, el problema se mitigó, sin llegar a desaparecer. En ese momento, los migrantes clandestinos pusieron sus ojos en el puerto de Santander, más accesible.
Las quejas de las compañías -sobre todo Brittany Ferries– y los clientes del puerto llevaron a la adopción de medidas, como elevar la altura de la valla perimetral o incrementar la vigilancia policial.
Problema larvado
Tras unos meses de cierta tranquilidad, el problema de las intrusiones ha brotado de nuevo. Ya en su toma de posesión, el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Santander mencionó el problema y declaró que “ayer sacaron a 20 polizones de unos de los buques”. Francisco Martín, en su primera visita institucional a al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, se ha referido de nuevo al asunto, calificado como uno de los dos principales retos que la Autoridad Portuaria tiene por delante en los próximos meses. El otro, la realización en plazo de las obras previstas, ya que “tienen que ver con la capacidad de las instalaciones portuarias”.
Los cargadores pueden irse a otros puertos cercanos donde tienen la seguridad garantizada
Francisco Martín ha señalado que “cada vez que un intruso entra en un camión, inhabilita la carga y esta debe ser devuelta con el consiguiente perjuicio para nuestros clientes”. Existe la preocupación por la posibilidad de que el puerto pierda la confianza de los operadores y estos “decidan irse a otros puertos cercanos donde tienen la seguridad garantizada”. Ante esta situación, aseguró que, “a pesar de que el puerto está poniendo todas las medidas a su alcance para evitar las intrusiones” será necesario contar con más efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado ya que “cuando los hemos tenido se ha reducido considerablemente el número de intrusos en el puerto”.

Martín agradeció su vocación tanto a Guardia Civil como a Policía Nacional ya que “con los medios que tienen hacen maravillas” y señaló la buena disposición de la delegada del gobierno a buscar soluciones. Por su parte el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, anunció que pedirá más efectivos al Ministro de Interior para atajar conjuntamente un problema que “puede provocar un efecto llamada” y poner en una situación “muy complicada al puerto”.
Miguel Ángel Revilla solicitará al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, un refuerzo de los efectivos policiales que vigilan la instalación portuaria para erradicar el intrusismo y Francisco Martín se reunirá en próximas fechas con la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, y con los mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cantabria para abordar esta situación que preocupa tanto a la APS como al Ejecutivo autonómico.

Cumplir los plazos
Las perspectivas de crecimiento del puerto para los próximos años son “buenas, siempre y cuando consigamos mantener la confianza que los clientes tienen en nuestro puerto”, según Francisco Martín para quien es imprescindible cumplir en plazo con las inversiones previstas. Advirtió el presidente del puerto de Santander de que “se trata también de una cuestión de confianza porque no puedes decirle a una naviera con la que te has comprometido que el muelle no está terminado porque no te van a esperar y se irán a otro puerto”.

Así, aludió a la necesidad de terminar de aquí al final de la legislatura obras como el silo vertical de automóviles, la terminal de contenedores, el muelle 9 de Raos o la nueva terminal de ferris que darán al puerto un aumento de su capacidad que deberá complementarse con el polígono de La Pasiega ya que “tanto el Gobierno regional como la APS se han comprometido a no rellenar ni un metro más de Bahía”. Algunas de las infraestructuras, como la terminal de contenedores, apenas acaban de comenzar sus plazos, mientras que otras, como Raos 9, cuya primera piedra se colocó en abril del 2017, arrastran retrasos considerables.
El presidente cántabro aseguró que tres de esas grandes actuaciones programadas estarán finalizadas el próximo año. Así, la terminal de contenedores estará operativa en febrero del 2022, el silo vertical para el almacenamiento de vehículos, lo estará en julio del 2022 y la nueva Estación Marítima podrá recibir pasajeros en diciembre del 2022. Son proyectos que conllevan inversiones de 18, 16 y 28 millones de euros, respectivamente. Finalmente, la construcción del Muelle 9 de Raos, que estará finalizada para febrero de 2023, después de una inversión de 25,5 millones de euros.
