El transitario y las nuevas tecnologías: ¿amenaza u oportunidad? Un falso dilema

La cuarta revolución industrial ha implicado importantes cambios en las reglas de juego y en el comportamiento del consumidor que hacen que el ritmo de evolución del sector no pueda ser asimilado por las empresas.

El sector de la logística y el transporte ha estado siempre en constante evolución, especialmente en el último siglo. Algunas empresas con las que trabajamos y que cuentan con más de 100 años en el negocio como, Grupo Logístico Bernardino Abad, Total Logistic Services, Slot Charter o Gonzalez Gaggero, han visto cómo se pasaba del transporte en carruajes a los megacontenedores a lo largo de su vida. Es su capacidad de adaptación al cambio y su visión de futuro lo que las ha permitido no solo sobrevivir sino prosperar hasta ser referentes en el sector.

Sin embargo, no cabe duda que las crisis más recientes apuntan a la necesidad de replantear de manera inminente ciertos procesos para adaptar nuestras empresas a la nueva realidad del negocio. La cuarta revolución industrial ha implicado importantes cambios en las reglas de juego y en el comportamiento del consumidor que hacen que el ritmo de evolución del sector no pueda ser asimilado por las empresas. 

Esta revolución trae consigo algunos retos para los que las empresas deben prepararse. Los cambios en el tipo de demanda, por ejemplo, han supuesto una revolución. El comercio electrónico ha traído consigo un nuevo paradigma que se consuma con los servicios de última milla que tanto crecimiento han tenido en los últimos años. Por otro lado, las administraciones y los gobiernos intentan seguir el ritmo cambiante e impredecible aplicando cambios normativos que en ocasiones implican verdaderos quebraderos de cabeza para los operadores logísticos.

Por otro lado, el aumento de la competitividad unido a la concentración de navieras y su ambición por cubrir todo el ciclo logístico amenazan seriamente la viabilidad del transitario, que ve cómo debe aumentar su productividad mientras reduce sus márgenes de beneficio.

Con todo esto, cabe preguntarse, ¿cuáles son las claves para lograr mantener la rentabilidad y la competitividad ante un futuro cada vez más cambiante?

En el momento actual en el que vivimos, observamos como el ritmo de cambio, tanto a nivel de consumo, como a nivel tecnológico como legal es mucho mayor que la capacidad del sector de atender a esta evolución.

El ritmo de cambio del entorno es exponencial, mientras que la capacidad de las empresas de adaptarse al cambio no lo es. Esto genera lo que se conoce como “brecha digital” o “brecha tecnológica” que está dejando por el camino a muchas empresas y amenaza con cambiar todo el panorama. 

En este punto es cuando entran en juego las nuevas tecnologías que, bien empleadas, no solo pueden mejorar la productividad del negocio, sino que permiten un mejor aprovechamiento de las personas que trabajan en la empresa, pudiendo dedicar su tiempo a aportar mayor valor al negocio. Todo esto redundará en un crecimiento a mayor ritmo algo que, a tenor de lo que observamos, es fundamental para garantizar la supervivencia. 

El falso dilema

Hoy día nos consta que sigue habiendo un gran número de procesos dentro del día a día del negocio que siguen realizándose de forma repetitiva y manual. Mediante la tecnología se puede lograr la automatización de procesos manuales, tediosos y que consumen mucho tiempo a los empleados. Este tiempo estaría mucho mejor empleado en buscar nuevos clientes, centrarse en mejorar la productividad y optimizar la relación con los actuales clientes.

Por otro lado, a nivel de análisis, seguimiento y trazabilidad, herramientas como el business intelligence permiten manejar la ingente cantidad de información que generan cada día las empresas para encontrar patrones que puedan mejorar la eficiencia del negocio sin recortar en la inversión.

Me refiero a datos derivados de las múltiples operaciones que se llevan a cabo cada día y que implican a un gran número de actores, como clientes, transitarios, operadores logísticos, almacenamiento, transporte, aduanas, puertos, administraciones… 

Todo este enjambre de información hace que en ocasiones se pierda información de valor que puede ser determinante a la hora de conocer la rentabilidad de una operación, muchas veces debido a la dificultad en la recolección de datos, al hecho de que la información alojada en diferentes plataformas o a la complejidad en la elaboración de informes

Somos conscientes de lo complejo que resulta gestionar toda esta información, pero hoy en día existen herramientas realmente asequibles para cualquier empresa, como el business intelligence, que pueden aportar información valiosísima para el negocio y este es solo un ejemplo de todo el potencial que la tecnología puede ofrecer.

La “brecha digital” está dejando por el camino a mu­chas empresas y amenaza con cambiar todo el panorama.

Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es la integración e interconexión de los sistemas. Resulta fundamental para optimizar procesos y mejorar la rentabilidad del negocio, mediante la conectividad de los diferentes elementos electrónicos del sistema y la integración con los diferentes actores de la cadena de suministro, como plataformas telemáticas portuarias, plataformas de costes, navieras, compañías aéreas, AEAT, clientes y proveedores. Para ello es clave contar con un API que sea capaz de facilitar la comunicación entre todos los sistemas.

Por tanto, ¿son las nuevas tecnologías una amenaza o una oportunidad para lograr la supervivencia y el crecimiento del negocio? Sin duda éste es un falso dilema. La tecnología está aquí y no hay nada que podamos hacer para evitar su presencia. Por eso, el mejor enfoque pasa por tratar de sacarle el máximo partido para cumplir con nuestros objetivos de negocio.

Cómo saber si mi negocio está preparado para el futuro

Si te preguntas cómo saber si el negocio está listo para afrontar los retos del futuro, bievenid@ a nuestro club. En Visual Trans no tenemos una bola mágica que pueda adivinar lo que está por venir, pero sí podemos intuir que hay una serie de elementos que determinan la viabilidad de un negocio desde la perspectiva de los avances tecnológicos. Estos elementos se pueden formular como preguntas:

¿Cuenta tu empresa con sistemas de automatización de procesos?

¿Cuánto te afecta un cambio en la normativa o los procedimientos con la Administración?

¿Dispones de herramientas de análisis, seguimiento y trazabilidad?

¿Cuentas con sistemas flexibles, adaptables e integrados?

¿Cumplen tus sistemas con los protocolos de seguridad?

La respuesta a estas preguntas puede ayudar a dar luz sobre la situación actual y las perspectivas del negocio, siempre desde la perspectiva de la tecnología empleada.

Sin embargo en ocasiones los cambios pueden resultar complejos por el miedo a la posible resistencia de algunos empleados a adoptar nuevas tecnologías.

Pero cuando la tecnología se presenta como una oportunidad de desarrollo para todos, tanto empleado como empresa se alinean para sacarle el máximo provecho a la herramienta.

La manida “transformación digital”

Es muy probable que estés cansad@ de oír hablar de “transformación digital” que no se concreta en nada. Hoy en día es un concepto tan manido que apenas tiene significado. Por ello es importante tener en cuenta algunos aspectos:

  1. La transformación digital no es un fin en sí mismo, es un camino que avanza conforme avanza tu empresa y mejoran los sistemas
  2. Es fundamental olvidar conceptos grandilocuentes y empezar por pensar en procesos que hoy haces manualmente y que podrían fácilmente ser automatizables.
  3. Lo que necesitas es resolver problemas y optimizar tu operativa. Si las soluciones que te presentan no resuelven tus problemas del día a día, descártalas.
  4. Digitalizarse no es caro. Si mejoras aspectos clave de tu operativa, la rentabilidad de tu negocio compensará con creces la inversión.

Cómo elegir el partner tecnológico adecuado

Si la empresa apuesta por avanzar en tecnología tendrá que enfrentarse a un importante dilema. Elegir proveedor de servicios es siempre una tarea complicada, particularmente en el sector del transporte y la logística. En nuestros más de 20 años de experiencia dando servicios a empresas del sector del transporte y la logística, hemos aprendido que la mejor forma de ser un proveedor de confianza es entendiendo el negocio de nuestros clientes.

Esto nos permite adaptarnos rápidamente a las necesidades del negocio y ofrecer cercanía y flexibilidad, para que todos nuestros clientes sientan que son importantes para nosotros.

No existe una fórmula mágica para acertar con el proveedor perfecto para tu negocio, pero, si estás buscando un partner que te ayude a evolucionar, es importante que tengas en cuenta algunos aspectos:

  • Busca un proveedor que entienda bien tu negocio

Por mucho que para ti esté clarísimo, la complejidad de tu operativa no es fácil de entender por un externo, cuanto menos por uno que no conoce el sector en el que trabajas. Confía en expertos que tengan experiencia en tu sector.

  • Apuesta por proveedores con recorrido en el mercado

A menudo es tentador apostar por empresas jóvenes o con poco recorrido porque ofrecen condiciones ventajosas o una mayor flexibilidad. Pero asegúrate de que hayan vivido y resuelto los principales problemas de la operativa del negocio, que están preparados para crecer contigo y que pueden ofrecer un soporte ágil y resolutivo.

  • Habla con tu entorno y busca recomendaciones

Nunca tomes una decisión así sin consultar a tu alrededor. Habla con la gente de confianza y que hayan tenido experiencias similares a la tuya.

  • Para cada servicio, elige más de una y no más de 3 alternativas

No te satures con demasiadas propuestas, pero no elijas el primer proveedor que encuentres o que aparezca por tu puerta. Compara y tendrás más garantías.

En definitiva, ya no existe el dilema “tecnología sí o tecnología no”. Hoy en día la apuesta por la tecnología ya no es algo opcional. Ya está aquí y aquellos que sepan aprovechar su potencial primero, serán los que más opciones tengan de garantizar la supervivencia de su negocio.