La crisis originada por la irrupción de la Covid-19 ha provocado que, en el primer semestre de 2020, la economía haya entrado, a todos los niveles y en numerosos sectores, en una situación de recesión. En este contexto, ni Euskadi ni Bizkaia son una excepción y el impacto socioeconómico de la pandemia y la emergencia sanitaria han mermado gravemente actividad y afectando muy negativamente al empleo.
Según estudios realizados por la Cámara de Bilbao, el PIB de Bizkaia puede caer entre el 8% y el 9% en 2020, un impacto que podría ser mayor si se produjese un nuevo confinamiento. Así, el sector del transporte, junto al del ocio-turismo y los servicios a empresas muestra expectativas malas o muy malas para el 43% las empresas, un 27,6% pronostica decrementos de ingresos por encima del 50%, y reducción del 10% en puestos de trabajo.
La menor dependencia de la economía vizcaína del turismo determinará un retroceso del PIB entre el 8%-9% en 2020, con una recuperación del 5%-6% para 2021
En estas circunstancias, para José Ángel Corres, presidente de la Cámara, “recuperar la confianza es básico para reactivar la economía del país, con medidas eficaces y sostenibles en el tiempo si queremos recuperar la senda del crecimiento y la estabilidad del sistema productivo”. Por otra parte, la coyuntura económica de Bizkaia puede verse “claramente favorecida” por la relevancia de su industria, con un peso del 24% frente al 18% de España.

A pesar de que las exportacionesestán sufriendo los efectos de la paralización con un descenso importante -en el periodo enero-mayo las ventas al exterior bajaron un 23,1% y las vascas un 24,7%- las industrias que han apostado por el comercio exterior, son capaces de mostrar una mayor resiliencia frente al impacto de un crisis local o global.
Salud y economía
Los próximos meses van ser decisivos, con dos frentes abiertos: la salud pública y la recuperación económica. En opinión de José Ángel Corres, “proteger a las empresas y a los autónomos, apostar por la industria, la internacionalización, la innovación, la digitalización, la conversión energética y la formación, tienen que ser el reto y el compromiso de las administraciones públicas, su punta de lanza para la esperada reconstrucción que, con las ayudas europeas, puede ser inmediata”.
Los planes, a medio y largo plazo, con acciones flexibles, responsables y solidarias deben ser eficientes y generar certidumbre en las empresas y en la sociedad para tener más oportunidades, salir antes de la crisis y más reforzados para el futuro. A juicio de CámaraBilbao, solucionar las cifras de la crisis constituye una necesidad urgente, y también es preciso realizar un análisis más microeconómico en el que la empresa juegue “un papel relevante como creadora de riqueza y de empleo”, aplicando las mejores prácticas internacionales y tecnologías disponibles.