El paso de camiones por la frontera vasco-francesa de Irún-Biriatou ha sido objeto de múltiples quejas y reclamaciones por parte de los transportistas (sobre todo españoles) por las interminables caravanas y las pérdidas de tiempo y dinero que ello conlleva para los camioneros.
En mayo pasado, patronal guipuzcoana Guitrans mostró, en su Asamblea General su preocupación por las retenciones que desde 2015 se producen en Irún-Biriatou, “día sí, día no”, pero siempre “en el lado guipuzcoano”. Según ellos, se trata de una situación que produce pérdidas de 40.000 euros por camión y año debido a que “la administración francesa saca fuera de sus fronteras sus problemas, ocasionando daños a terceros por no utilizar todos los medios disponibles”.
Por si la situación fuese poco caótica, a finales del mes de agosto, las autoridades francesas decidieron un cierre parcial de la frontera con motivo de la celebración de G7 en Biarritz. Una situación aún más complicada con el fin de la “operación retorno” de los turistas europeos y el regreso de los magrebíes a sus puntos de origen por el final de las vacaciones.

También Fenadismer y otras asociaciones vascas han denunciado reiteradamente una situación que acaba de llegar a la Comisión Europea de mano de una pregunta parlamentaria de la eurodiputada vasca Izaskun Bilbao. Cabe recordar que la eurodiputada está plenamente involucrada en el sector del transporte, la logística y la construcción naval, como así lo demuestran sus intervenciones en varios actos europeos y locales relativos a éstos sectores. El último, la reunión del Grupo Transportes de la Comisión del Arco Atlántico (Atlantic Arc Transport), donde participó junto a la Consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, y su viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz.
Incumplimiento de la normativa comunitaria
La eurodiputada señala la posibilidad de que la Comisión interviniese en el problema a la vista del carácter transfronterizo del mismo y de la posibilidad de que parte del problema estuviese vinculado a incumplimientos de diversa normativa comunitaria. A su entender “la concatenación de controles aduaneros” no se atiene a la normativa del Código Aduanero de la Unión, una situación que se ve agravada por las restricciones de tráfico vinculadas a días festivos y protestas y manifestaciones como las protagonizadas por los “chalecos amarillos”, Izaskun Bilbao señala que de acuerdo con “datos oficiales del Centro de Gestión de Tráfico de Euskadi, han constatado que en los últimos cinco años se han producido retenciones en la zona en el 51 % de los días, sumando 2.341 horas de retención.” Los datos indican que se han llegado a los 25 kilómetros de retención, con una media de 4,3 kilómetros de atasco diario.
Así, puede inferir que los profesionales perdieron una media de 3,6 horas en ellos y que el sobre coste originado por este problema alcanza los 400 millones de euros. Una cifra que se obtiene de calcular a razón de 55€ de pérdida por hora y vehículo y 10.484 camiones que circulan diariamente por Irún-Biriatou.
¿Toma de medidas?

La aún Comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, asegura en su respuesta que “permanece atenta” a cualquier acción que pueda “poner en peligro la libre circulación de mercancías en la UE”. También reafirma que “es plenamente consciente de los daños económicos y sociales que esta congestión puede causar a expedidores, transportistas y a la economía en general” y concluye asegurando que “tomará medidas siempre que ello esté justificado”. En este sentido, la respuesta concluye señalando que “la Comisión está solicitando información sobre los hechos denunciados a las autoridades competentes de los Estados miembros afectados”, España y Francia.
Bulc recuerda que “con arreglo al artículo 134 del Código Aduanero de la Unión, en el territorio de la Unión Aduanera de la UE, las mercancías se encuentran en libre práctica y no están sujetas a ningún control aduanero”. Hasta aquí la de cal. La de arena es que la Comisaria también afirma que las mercancías introducidas en el territorio aduanero de la Unión, a partir del momento de su introducción, “se hallarán bajo vigilancia aduanera y podrán ser objeto de controles aduaneros de conformidad con su artículo 46”.
