Euskadi se ha lanzado hacia la producción de energías renovables en su conjunto y hacia las producidas en el mar, más concretamente. Se trata de esta forma de cumplir con la Estrategia 2030 y los ODS, pero también de relanzar y buscar nuevas oportunidades de actividad para las empresas vinculadas a la construcción naval. Esta industria, muy desarrollada en el territorio vasco, ha buscado a través de Foro Marítimo Vasco (FMV) y en diversas ocasiones, participar en la construcción de los nuevos materiales que harán falta para conseguir industria renovable de fuentes marinas: El compromiso de los fabricantes es que al menos un 40% de los productos necesarios para poner en marcha los equipos, sean fabricados por empresas del entorno en el que irán situados.
En este sentido, Euskadi y Escocia -junto a la asociación europea de energías oceánicas (OEE)- han impulsado el proyecto EuropeWave para el desarrollo de las energías marinas, iniciativa que ha recibido el visado de la Comisión Europea para poner en marcha el próximo año la mayor iniciativa reciente para liderar la investigación y desarrollo de dispositivos captadores de energía de las olas (undimotriz) Las inversiones conjuntas ascenderán a 22,7 millones de euros y permitirán seleccionar tres dispositivos para su prueba en el mar.
Las energías renovables marinas van a experimentar un salto cuantitativo y cualitativo en el desarrollo de tecnologías capaces de generar energía eléctrica a partir de las olas. Para ello, tanto Euskadi como Escocia, regiones ambas que cuentan con las áreas de ensayo de energías marinas más relevantes de Europa, abrirán una ambiciosa convocatoria de la denominada compra pública pre-comercial que evaluará diferentes tecnologías. A lo largo de tres fases eliminatorias, el proyecto dará como resultado la prueba de tres tecnologías y dispositivos captadores de energía de las olas, uno de ellos en el área de ensayos EMEC de Escocia, y dos en Euskadi, en las instalaciones de BiMEP situadas frente a la costa de Armintza (Bizkaia).
El proyecto de cooperación estará desarrollado por Euskadi y Escocia a través del Ente Vasco de la Energía (EVE) y Wave Energy Scotland (WES), encargados de la evaluación y compra tecnológica, y cuenta como tercer socio con la asociación europea de energías oceánicas OEE, que realizará labores de difusión. El presupuesto del proyecto prevé destinar recursos por valor de 22,7 millones de euros, de los que el 50% serán aportados por la Comisión Europea, y el otro 50% por el Ente Vasco de la Energía, con 7,5 millones, y WES que aportará 3,7 millones de euros.
Fases técnicas del proyecto
La metodología de la compra pública precomercial fija tres fases competitivas para alcanzar el último escalón en el que los proveedores seleccionados podrán probar su tecnología en el mar.
En una primera fase, un total de siete proveedores deberán demostrar un avance tecnológico mínimo suficiente mediante validación en laboratorio. Durante este periodo, estas empresas avanzarán en el modelaje físico y numérico de su tecnología, de forma que al final de esta primera etapa se seleccionarán cinco proveedores de I+D.

En la fase dos, cinco de estas empresas de I+D realizarán ensayos en tanque de olas o en áreas de ensayo para dispositivos a escala. Tras evaluar resultados, tres finalistas avanzarán hasta la tercera y última fase en la que se procederá al diseño de un prototipo a escala completamente representativo antes de proceder a la fabricación, montaje y puesta en marcha en las instalaciones de ensayo en mar abierto de EMEC y BiMEP.
Cabe recordar que Biscay Marine Energy Platform (BiMEP) es el área de ensayos de energías marinas de Euskadi, situado en la costa vizcaína, tiene 5 años de experiencia en pruebas de distintos métodos de producción de energía. En el sector de dispositivos flotantes captadores de olas destaca el caso de la finlandesa Wello, que amarrará durante dos años su dispositivo Penguin, un captador de olas en avanzado estado de desarrollo y que pretende analizar su valía en unas condiciones marinas óptimas. Asimismo, BIMEP comenzará a operar como banco de pruebas marino para la eólica flotante, donde la empresa vasca Saitec ya ha comprometido la reserva de espacio para instalar su plataforma flotante y aerogenerador denominado SATH, que se ensamblará en el puerto de Bilbao. Se trata de una investigación que permitirá avanzar en el desarrollo de aerogeneradores flotantes, imprescindibles para obtener energía en mares profundos donde no se pueden anclar los aerogeneradores al fondo.