El Edificio del Reloj del puerto de Valencia ha abierto sus puertas al “Segle d’Or Valencià” con una exposición en la que el visitante hace un recorrido por la vida social, comercial y artística de una de las épocas de mayor brillantez y progreso del “Cap i Casal”.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Joan Calabuig, ha agradecido el trabajo y la colaboración de las personas e instituciones que han hecho posible “El Port de València al Segle d’Or. Prosperitat comercial i esplendor cultural”.
Para el responsable del recinto valenciano “está exposición es una buena muestra de nuestra historia. Una historia que hay que tener muy presente para entender la actualidad. El puerto contribuye a que la ciudad de Valencia sea, según muchos informes internacionales, una de las mejores ciudades del mundo para vivir”.
En esta línea, Calabuig ha destacado que “la Comunitat Valenciana está en un momento fenomenal, con importantes inversiones y siendo un enclave mundial de iniciativas, modernidad y progreso que, como en el Segle d’Or, es un referente en todo el mundo”.
Durante su visita, el responsable del puerto de Valencia ha destacado que “el Siglo de Oro valenciano fue un periodo a caballo entre los siglos XIV y XV. Durante aquel tiempo, el Reino de Valencia, y más concretamente, la ciudad de Valencia, vivió una época, como dice el título de la exposición, de prosperidad comercial y de esplendor cultural. En aquella Valencia convivían artistas, comerciantes, arquitectos, escritores y poetas de todos los rincones.
El Cap i Casal era una ciudad abierta y que atraía a comerciantes de otras zonas dispuestos a hacer negocios en una ciudad segura frente a la conflictividad de sus territorios». De hecho, Valencia, que en aquella época contaba con 75.000 habitantes, contaba solo en el barrio de Velluters con 4.000 telares de seda.
“Y en aquella efervescencia -ha continuado Calabuig- estaba el puerto: El Grau. El lugar de llegada y de bienvenida de los movimientos culturales, de las nuevas técnicas de tejer la seda. La puerta de salida de las telas valencianas, de las pasas y del vino, de los productos de la huerta valenciana. En aquellos tiempos, el Port de València era una ‘grada’, de ahí el nombre de Grau; un pantalán de madera que se adentraba en el mar para hacer posible la descarga y la carga de las mercancías que empezaban a correr mundo”.
El presidente de la APV ha destacado que en aquella época “el Reino de Valencia era la punta de lanza para la expansión de la Corona de Aragón por el Mediterráneo; y como se puede leer en los carteles de la exposición, hacia el año 1400 València inició un crecimiento comercial y económico imparable, gracias a la situación estratégica de su puerto».
Calabuig, que ha realizado un repaso a la historia de Valencia y su puerto, ha destacado que “el puerto estaba presente en aquel momento de esplendor comercial y cultural. Valencia y el puerto iban de la mano. Es una relación fructífera que históricamente siempre nos ha beneficiar”.
“Actualmente, -ha continuado- el puerto de Valencia sigue realizando su función, tal como hizo en el Segle d’Or. Asumiendo el papel de herramienta para el comercio, para hacer de Valencia una ciudad tolerante y abierta en el mundo, a la innovación y a la cultura. El short-sea-shipping, las autopistas del mar, el foreland, el hinterland … parecen conceptos actuales, descubrimientos tecnológicos y tecnicismos de nuestro tiempo”.
“Nada más lejos de la realidad: se trata de prácticas marineras tan antiguas (y al mismo tiempo tan actuales) como el astrolabio del siglo XV o la réplica en miniatura de la Coca de Mataró que podemos observar en la exposición. En el Segle d’Or, el hinterland era la Corona de Aragón; y el foreland era todo el Mediterráneo y la costa atlántica de Europa. Hoy, el mercado interior del puerto de Valencia es toda la Península; y el exterior es todo el mundo”, ha concluido el responsable de la institución portuaria.
La muestra gratuita, que ya han recorrido 1.500 personas, permanecerá abierta hasta el 11 de junio, fines de semana incluidos, entre las 11.00 y las 19.00 horas en el Edificio del Reloj del puerto de Valencia.