A medio camino entre presente y futuro, la geolocalización en el entorno logístico ha llegado para quedarse. En el marco de la Industria 4.0, la digitalización de la cadena de suministro es el proceso nuclear hacia la transformación digital. Esa transformación permite el control íntegro de la gestión de la empresa, incluyendo, como es lógico, la producción: desde su inicio en el aprovisionamiento, hasta la entrega al cliente del producto final e incluso el retorno. Y en ese proceso, la geolocalización logística es una herramienta esencial, no sólo para controlar el tránsito, sino las condiciones del producto transportado y, sobre todo, para gestionarlo mejor a todos los niveles.
En Euskadi, disponen de un importante sector empresarial dedicado a este ámbito, desde startups y emprendedores desarrollando y comercializando tecnologías innovadoras propias, hasta empresas consolidadas que son referentes en la geolocalización y la optimización de procesos logísticos. Desde el Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi, MLC-ITS Euskadi, todos los proyectos de innovación del entorno logístico tienen como base las tecnologías de la información y el tratamiento de datos. Incluso, algunos programas de aceleración de la innovación gestionados desde nuestra Asociación a partir de fondos europeos se han destinado a impulsar proyectos orientados a la mejora logística mediante el posicionamiento.

La geolocalización logística se asocia de forma inmediata a la gestión y control de flotas, al proceso de tránsitos. En una primera aproximación, el seguimiento telemático (GPS), tanto de vehículos como de mercancías permite, por ejemplo, que una cadena de supermercados que trabaja con varias empresas de distribución, pueda garantizar la entrega efectiva y segura de productos de temperatura crítica a sus tiendas, al analizar y visualizar los datos recibidos. La localización inteligente, explica Sergio Jorrín, Director de Desarrollo de Negocio de Geograma, facilita a las empresas visualizar su flota de vehículos y optimizar su actividad teniendo en cuenta el tráfico, la climatología y los algoritmos de routing, lo que, bien desarrollado, además, puede proporcionar importantes ahorros. ¿Que nos depara el futuro en este ámbito?: «La Inteligencia Geográfica será palanca de la transformación digital del transporte y la logística, a partir de los datos y de la geolocalización”, afirma Jorrín.
Calidad, productividad y sostenibilidad
Así, los servicios de geolocalización y monitorización de tránsitos proporcionan indicadores que se agrupan en tres tipos, según explica Alvaro Arroyo, Director General de Estudios GIS. Por una parte, los relativos a calidad del servicio, que proporcionan información muy valiosa respecto a su nivel de cumplimiento, a la seguridad, relacionados con la reducción de accidentes, etc. Por otra, los relacionados con la productividad: la geolocalización permite conocer en todo momento la situación del material recogido o entregado, en qué cantidad y con qué periodicidad, permite optimizar rutas, conocer el número de órdenes gestionadas, en definitiva, apoya la mejora en ese ámbito. Y, además, un tercer tipo de indicadores proporciona información relativa a la sostenibilidad, ofreciendo información sobre emisiones de CO2, cálculo de huella de carbono, reducción de emisiones y consumos, etc., lo que facilita el cumplimiento de los objetivos en ese ámbito. A través del análisis de estos tres tipos de indicadores, de calidad, de productividad y de sostenibilidad, las empresas consiguen ubicar y monitorizar en tiempo real sus activos a lo largo del mundo, con soluciones que siempre son escalables.

De cara a un futuro cercano, “La geolocalización logística pasa por dos claves. La primera de ellas es la automatización de procesos, a través de IoT, BigData e IA, que aseguren la integración de información clara, veraz y actualizada en cuadros de mando que permitan la toma de decisiones y faciliten la resolución de incidencias”, explica Arroyo. Y continúa, “Además, es indispensable incluir la geolocalización logística en el eje de la cadena de valor de las compañías, centrándola en la eficiencia de los procesos y en la satisfacción del cliente final”.

En ese sentido, la geolocalización logística incluye la información del propio producto durante su tránsito. Empresas como Stockare o Coolloger, ofrecen diferentes tipos de sensores que, incluso siendo desechables o desestimables en costes, están conectados a la nube de modo que permiten visibilizar los bienes transportados durante periodos hasta de más de 10 años, “lo que permite una mayor eficiencia no sólo de los recursos logísticos, sino de cara a reducir stocks y flexibilizar la cadena de suministro”, explica Lander Unanue, CEO de la empresa Stockare. En su opinión, «En un futuro próximo, la geolocalización en tiempo real de las unidades logísticas (pallets, contenedores, cajas…) será una realidad, ya que ayuda a optimizar los recursos, permite una visibilidad instantánea de la cadena de suministro y mejora los tiempos de recogida y entrega de las mercancías transportadas, haciendo una logística mucho más flexible y eficiente”.
¿Cómo funcionan los sensores?
Dispositivos de esas características se colocan junto a la carga o en el propio producto que se desea controlar y pueden llegar a medir parámetros como posicionamiento, temperatura, humedad, luz y golpes. “Toda la información se recoge en plataformas online, por lo que desde la nube se puede controlar, gestionar y tratar toda la información en tiempo real y de manera sencilla”, explica Iker Aguirre, Key Account Manager de la empresa Coollogger / CLCircular. Aguirre apunta que las posibilidades del IoT, del que forman parte estas soluciones, son ilimitadas: “se acabaron los puntos ciegos, la falta de información y la ineficiencia”, dice. Y asegura que el futuro será “la era de la transparencia, la digitalización y la eficiencia operativa… no lo decimos nosotros, es la nueva realidad del mundo logístico que llega para quedarse”.
