El Consejo Ejecutivo del Gobierno catalán ha aprobado este martes la memoria preliminar del anteproyecto de Ley del impuesto sobre las emisiones portuarias de grandes buques. Este impuesto, previsto en la Ley del cambio climático, grabará las emisiones de óxidos de nitrógeno durante las maniobras de atraque y la estancia de estas embarcaciones en el puerto. El 100% de la recaudación se destinará a nutrir el Fondo para la Protección del Ambiente Atmosférico. El texto se expondrá próximamente en consulta pública.
“El tributo se enmarca en la política medioambiental del Gobierno que, en línea con las recomendaciones de la UE y otras organizaciones como la OMS, hace uso de la fiscalidad verde como un instrumento para modificar conductas que comportan externalidades negativas sobre el medio ambiente. Concretamente, la finalidad es favorecer la mejora de la calidad del aire y la salud de las personas en aquellos lugares del territorio en los cuales hay más presencia de emisiones de óxidos de nitrógeno, en este caso provocados por el transporte marítimo”, señala el documento sobre este acuerdo del Govern.
Este impuesto sobre emisiones portuarias forma parte del desarrollo de la Ley del cambio climático, aunque también se había incluido en las negociaciones para la aprobación de los presupuestos para el 2002. Este gravamen podría afectar principalmente a los cruceros en su estancia y maniobras, aunque el documento aprobado este martes no incluye más detalles.
En el programa “Cafè d’idees” de La 2, conducido por la periodista Gemma Nierga, el presidente del puerto de Barcelona, Damià Calvet, ha explicado respecto al impuesto de emisiones portuarias que “deberemos ponderar muy bien la cantidad de esta tasa ambiental, que deberá estar para actuar contra el cambio climático”, pero también debemos hacer que nuestra tasación ambiental no nos reste competitividad”.