La “operación EPIRO”, ha desarticulado una importante organización criminal de origen albanés que se dedicaba al favorecimiento de la migración irregular hacia Reino Unido a través de los puertos de Bilbao y Santander, como polizones en los buques de carga. Se trata de una nueva actuación de la Guardia Civil contra las bandas organizadas que cobran entre 3.000 y 15.000 euros a los migrantes irregulares. Recordar que el pasado junio fue la Policía Nacional la que realizó una operación contra los asentamientos ilegales de migrantes que pretenden llegar como polizones al Reino Unido.
La operación de la Guardia Civil se ha coordinado con la NCA (National Crime Agency) británica, a raíz de las investigaciones de la anterior operación, y han logrado detener a siete ciudadanos todos ellos de nacionalidad albanesa que conformaban esta organización criminal transnacional. Como primera vía, trasladaban a los migrantes irregulares de origen albanés a través de ferris y buques a Reino Unido partiendo de los puertos de Bilbao y Santander. El grupo llegó a ampliar su zona de influencia, llegando a dirigir su actuación a otros países europeos a través de la conocida “Ruta de los Balcanes”.
La inmigración irregular organizada ha sido un quebradero de cabeza en ambos puertos del Cantábrico. Como respuesta a los “saltos” continuados, en el puerto de Bilbao se tomaron medidas como la construcción de un muro de 4 metros en torno a la terminal del ferry y la contratación de vigilancia privada dentro del recinto portuario. También los cuerpos policiales han sido reforzados, según la temporada, al igual que en el puerto de Santander. Allí también se recrecieron los muros portuarios, se construyó un recinto cerrado para el estacionamiento de semirremolques, ubicado en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto y se colocaron alambradas en algunos de los puntos más sensibles o de más fácil acceso, tras una agria polémica entre instituciones.
Detenciones en Madrid-Barajas
El grupo criminal lo lideraban dos “dinamizadores” que permanecían en España no más de tres meses, retornando a su país natal. Para evitar el riesgo de una nueva salida de España, las detenciones de estos cabecillas de la organización tuvieron que precipitarse, dando lugar a un seguimiento que se inició en Bizkaia y que culminó con la detención de ambos cuando procedían a embarcar el pasado lunes rumbo a Albania en el Aeropuerto Adolfo Suarez de Madrid-Barajas.
El grupo delictivo seleccionaba a las víctimas en su país de origen, así como en los campamentos situados en los alrededores de los recintos portuarios, facilitándoles alojamiento y manutención hasta que conseguían con éxito su ocultación como polizones y su llegada a Reino Unido. Para ello, se valían de otros ciudadanos albaneses afincados en la provincia de Bizkaia, que apoyaban a la organización en diversas labores de infraestructura, necesarias para las operativas de polizonaje. Los métodos de ocultación utilizados suponían un riesgo para la vida o integridad física del migrante, algunos de ellos menores de edad. En la explotación de la operación se han realizado tres registros domiciliarios, incautando numerosos dispositivos telefónicos e informáticos, tarjetas bancarias o tarjetas de remesadoras de dinero. También se intervinieron varios documentos de identidad y pasaportes de distintas nacionalidades que utilizaba para dificultar la posible trazabilidad en el envío y recepción del dinero obtenido.