Los buenos deseos navideños y el espíritu que impera en estas fechas señaladas parecen haberse impuesto con el acuerdo de Nochebuena para la salida ordenada del Reino Unido del seno de la Unión Europea. Ambas partes declaran haber salido “victoriosas” en el proceso de negociación, por lo que el texto parece contentar a todos. Los efectos negativos del Brexit quedan así conjurados merced a un complejo texto de 1.246 páginas que aún debe ser ratificado por los Parlamentos. Si bien no se espera que pueda serlo hasta bien entrado el mes de enero, su aplicación “provisional” será efectiva a partir del 1 de enero de 2021, fecha en la que expira el periodo transitorio. Será el final de 47 años de camino conjunto.
A falta de algunos flecos –como la permeabilidad de la frontera gibraltareña- el acuerdo permitirá mantener el comercio de bienes y servicios. No será exactamente como hasta ahora, puesto que habrán de formalizarse determinadas cuestiones aduaneras, pero tampoco será el cambio disruptivo que podría haber provocado un Brexit duro.
A partir de ahora, los embajadores de los países ante la UE deberán analizar el acuerdo y remitir su visto bueno a la Comisión, quien deberá trabajar para que los 27 estados miembros aprueben el texto por unanimidad y se permita su aplicación provisional hasta su ratificación definitiva.
A partir de ése trámite, se podrá proceder a la firma del Acuerdo de Comercio y Cooperación entre el Reino Unido y la UE, para, posteriormente, solicitar del Parlamento Europeo su ratificación. Este nuevo trámite se producirá, si no hay novedades, en el primer pleno del parlamento, en la tercera semana de enero. A partir de ése momento, Reino Unido, que ya no pertenecerá a la Unión Europea, tampoco será exactamente un “tercer país” en sus relaciones económicas y comerciales, puesto que no se regirá por las normas de la OMC, sino por los términos expuestos en el Acuerdo, que va más allá de los firmados con Japón o Canadá.

Derechos y obligaciones
El Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la Unión Europea y el Reino Unido comprende temas como el comercio de bienes y servicios, el comercio digital, la propiedad intelectual, la contratación pública, la aviación y el transporte por carretera, la energía, la pesca, la coordinación de la seguridad social, la aplicación de la ley y la cooperación judicial en materia penal, la cooperación temática y la participación en programas de la Unión, como la defensa.
Según destaca la Comisión, el texto se sustenta en disposiciones que garantizan la igualdad de condiciones y el respeto de los derechos fundamentales y confiere derechos y obligaciones a los firmantes respetando plenamente su soberanía y autonomía normativa. Se regirá “por un marco institucional sobre su funcionamiento y aplicación, así como por mecanismos vinculantes de solución de controversias y de aplicación”.
El Acuerdo ampara la integridad del mercado único y la indivisibilidad de las cuatro libertades (personas, bienes, servicios y capitales). Refleja el hecho de que el Reino Unido abandona un ecosistema de normas comunes, supervisión y mecanismos de ejecución, y por tanto ya no podrá disfrutar de los beneficios de pertenecer a la Unión Europea o al mercado único.
Los 27 no desean que un “no miembro” disfrute de las mismas ventajas que tienen los socios: “el Acuerdo no igualará en ningún caso las ventajas significativas de las que disfrutó el Reino Unido como Estado miembro de la Unión”. Pero la UE también quiere que el acuerdo proteja la integridad del Mercado Único y la integridad del ordenamiento jurídico europeo.
La opinión de los responsables
Según la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen “valió la pena luchar por este acuerdo porque ahora tenemos un acuerdo justo y equilibrado con el Reino Unido, que protegerá nuestros intereses europeos, garantizará una competencia justa y proporcionará una previsibilidad muy necesaria para nuestras comunidades pesqueras. Finalmente, podemos dejar atrás el Brexit y mirar hacia el futuro. Europa ahora sigue adelante”.
Para el primer ministro británico, Boris Johnson, “hemos recuperado de nuevo el control de nuestras leyes y de nuestro destino y este acuerdo plasma lo que la gente votó” en 2016.
El negociador principal de la Comisión Europea, Michel Barnier, señala que “hemos llegado al final de un período de cuatro años muy intenso, especialmente en los últimos nueve meses, durante el cual negociamos la retirada ordenada del Reino Unido de la UE y una nueva asociación, que finalmente hemos acordado hoy. La protección de nuestros intereses ha estado en primer plano a lo largo de estas negociaciones y me complace que hayamos logrado hacerlo. Ahora corresponde al Parlamento Europeo y al Consejo pronunciarse sobre este acuerdo”.