Las inversiones público-privadas son la pieza angular en el incremento de tráficos en el puerto de Bilbao, que, en los primeros seis meses del año, han registrado avances del 4,4% y sumado casi 16 millones de toneladas.
Diversos factores, como la estabilidad laboral, el incremento en los tráficos de graneles líquidos y de mercancía rodada, hacen vislumbrar un horizonte de crecimiento del 7% al final del 2022, en torno a los 33 millones de toneladas, aún lejos de los 35,4 millones de toneladas de antes de la pandemia.
Inversiones de calado
Para seguir sumando toneladas a estos números, el puerto de Bilbao y los operadores instalados, esperan realizar algunas inversiones de calado, algunas de ellas, fuera de las instalaciones portuarias.
Así, la Autoridad Portuaria va a financiar con 3,8 millones de euros las obras de mejora del apartadero de Orduña (Bizkaia) para agilizar y mejorar su operativa a los convoyes de ferrocarril que trasladan mercancías entre las instalaciones del puerto de Bilbao y la Meseta, beneficiando también a los trenes con pasajeros.
Cabe resaltar que en el primer semestre del 2022 el transporte ferroviario continúa la tendencia alcista, con un incremento de +7% en número de trenes, que se traduce en 2.208 unidades con origen o destino en el puerto de Bilbao.
Las inversiones se realizan a pie de muelle y también tierra adentro

Adif ha licitado en julio los contratos de obra de una nueva vía apartadero de 750 metros de longitud en la estación de Orduña: las actuaciones de vía, electrificación, e instalaciones de control y señalización se han licitado en dos contratos por un importe global de algo más de 10,87 millones de euros, y el plazo de toda la obra es de diez meses.
Con cargo al Fondo Financiero de accesibilidad Terrestre Portuaria, la APB financiará el coste fundamentalmente destinado a la obra civil correspondiente, mientras que ADIF se hará cargo de la parte correspondiente a las obras de seguridad y control.

La ampliación del muelle AZ1 ganará 50.000 m2 al mar
Por otra parte, y para ganar terreno al mar, la Autoridad Portuaria destinará una partida a las obras de ampliación del muelle AZ1, que aportarán 50.000 nuevos metros cuadrados y así contará con una línea de muelle de 251 metros lineales. La inversión asciende a 27,4 millones y ya se ha ejecutado el 50% de la obra, que finalizará en la primavera de 2023.
Además, prosiguen las inversiones en la primera fase del Espigón Central, una obra que ha conseguido ganar 203.000 metros cuadrados, que ya ha finalizado sus obras de urbanización y se encuentra a disposición de las empresas para su ocupación.
En este sentido, Ricardo Barkala, presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao ha señalado repetidamente que “tenemos distintas ofertas” esta superficie y ahora “toca elegir” la más adecuada para los intereses portuarios y del tejido económico del territorio.
En esta nueva superficie se encuentra el primero de los muelles, el A5, en ser equipado con la tecnología conocida como OPS (Onshore Power Supply). El proyecto BilbaOPS dotará a las terminales de contenedor, ro-ro y cruceros de instalaciones para suministrar electricidad a los buques mientras están atracados, con el fin de reducir en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero, así como vibraciones y ruidos.
Se licitará en varias fases constructivas, programando la primera licitación del proyecto a finales del 2022 y estará disponible en el 2025, complementando con otras instalaciones para la generación de energías renovables como son la solar fotovoltaica, la undimotriz y la eólica.
La inversión rondará los 51,8 millones de euros. Para el 2024 queda el inicio de la construcción de la segunda fase del Espigón Central, que llegará a disponer de 1.120 metros de línea de atraque y 362.000 metros cuadrados.
Inversión privada
Si bien la inversión pública se destina a generar nuevos suelos logístico-industriales y para incrementar la conectividad, la empresa privada también tiene mucho peso en las decisiones desarrollo económico y de tráficos.
Desde la Autoridad Portuaria se destaca que hay más de 250 millones de inversión ya en ejecución o comprometida para llevar a cabo proyectos para la descarbonización, energías alternativas y ampliaciones de tráficos estratégicos.
Entre ellas, destaca el inicio de las obras del hub de descarbonización que Petronor/Repsol construye en la dársena vizcaína. El muelle de Punta Sollana verá crecer unas instalaciones que contarán con una planta destinada a la producción de combustibles sintéticos, cuyos trabajos de construcción se prolongarán durante los próximos dos años y se espera que suponga una inversión de 103 millones.
Además, se iniciará un proyecto de valorización de residuos urbanos con el objetivo de obtener energía baja en carbono a partir de los mismos. Este proyecto sienta las bases para situar a Euskadi en el mapa de la generación de hidrógeno verde, uno de los combustibles sostenibles de referencia en el inmediato futuro, que necesita ubicarse en un centro logístico e industrial como el puerto de Bilbao.
Sector eólico

Por otra parte, la compañía Haizea Wind Group prevé invertir alrededor de 150 millones de euros en la ampliación de su concesión con vistas a levantar nuevas naves y su equipamiento. Haizea Bilbao dispone en la actualidad de 48.800 metros cuadrados de planta en el puerto de Bilbao y ha solicitado una ampliación de 57.283 metros cuadrados adicionales, más que duplicando su tamaño actual.
Así sumará otras dos naves y una nueva área de almacenamiento adicional para acomodar los productos que fabrica, antes de que sean entregados a los buques que los transportarán a sus instalaciones definitivas.
La compañía fabrica monopilotes XXL, grandes estructuras de acero que sirven para fijar los aerogeneradores al lecho marino. Gracias al acuerdo alcanzado con Orsted, uno de los operadores de energía eólica marina líder en el mercado a nivel mundial, Haizea Bilbao completa una carga de trabajo que supera los 700 millones de euros para los próximos 4 años y supone un importante reconocimiento a sus capacidades tecnológicas y productivas. También se prevé una ampliación de la plantilla de trabajadores, incorporando a unos 350 empleados a sumar a los 400 ya existentes.
Aunque las cifras en cuanto a toneladas de tráfico marítimo no son muy elevadas, alrededor de 170.000 toneladas anuales, se trata de productos de alto valor añadido que solo pueden fabricarse en terrenos con acceso directo al mar.
Haizea Wind se convertirá en la fábrica de referencia en Europa para monopilotes y el puerto de Bilbao en el hub eólico del Sur de Europa.
Operadores logísticos
Más modestas, pero no menos importantes, son las inversiones en curso para la ampliación de una terminal de mercancía convencional y una terminal de almacenamiento de líquidos alimentarios. Así, la terminal de Depósitos Portuarios, S.A. (Deposa) está a punto de finalizar la construcción de seis nuevos tanques de almacenamiento de graneles líquidos agroalimentarios y agroenergéticos, con una capacidad cada uno de 2.000 metros cúbicos.
Con esta inversión de un millón de euros, la terminal alcanzará una capacidad superior a los 31.000 metros cúbicos distribuidos en 37 tanques.

Por otro lado, Consignaciones Toro y Betolaza está invirtiendo más de 5 millones, en una superficie de 70.150 m2 de la primera fase del Espigón Central, para ampliar su terminal para carga convencional y ro-ro del muelle A6.
A su finalización, prevista para finales del 2022 y primer semestre del 2023, la compañía contará con una nave de 21.600 metros cuadrados situados en las cercanías de las instalaciones inauguradas en 2018 y que se asientan sobre una parcela de 110.000 metros cuadrados.