La Comandancia Naval de Bilbao homenajea a Juan Martínez de Recalde

La figura histórica del almirante Juan Martínez de Recalde ha sido reconocida de manera oficial en la Comandancia Naval de Bilbao con la inauguración de un busto realizado en bronce por el escultor Víctor Ochoa.

Para la realización del busto se ha contado con la colaboración de la historiadora Begoña Alcalá-Galiano y de la Fundación Gondra Barandiarán, con la presencia de su presidente, Guillermo María Barandiarán.

Cabe recordar que el pasado mes de marzo, en el mismo lugar, se homenajeó la figura de Juan Sebastián Elcano con la inauguración de otro busto.

La escultura, obra de Víctor Ochoa, es de gran formato y realizada en bronce

Inauguración del busto de Juan Martínez de Recalde

Para el evento se ha desplazado hasta Bilbao el Almirante de Acción Marítima de la Armada, Alfonso Delgado Moreno, quien presentó el acto junto con el capitán de navío Tomás García – Figueras, comandante naval de la plaza.

Al acto también asistieron multitud de cargos civiles y militares. Entre otros, el subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Vicente Reyes; el presidente de Ateia Bizkaia, Víctor Martín; el presidente de la AVCCMM, Patxi Odiaga; el presidente del RCMA-RSC, Manuel Sendagorta; el presidente de la Real Liga Naval Española, Marcelino González; el director de Brittany Ferries, Roberto Castilla; o el director de Amarradores del puerto de Bilbao, Javier Peñarredonda, entre otros.

Juan Martínez de Recalde, una figura de altura

Juan Martínez de Recalde fue un destacado marino vasco del siglo XVI que navegó desde muy joven en la Escuadra Vizcaya. Además de varias acciones de escolta de la flota de Indias, realizó el reconocimiento de las costas de Irlanda.

A las órdenes del duque de Medina Sidonia asumió el rango de almirante de la flota de invasión de la denominada Armada Invencible. Tras varias refriegas, regresó a La Coruña donde falleció en 1588 víctima de las heridas de guerra y las fiebres.

Entre sus acciones más destacadas, la defensa de un galeón cargado de oro frente a siete navíos ingleses y el salvamente de numerosos hombres en el desastre de la Invencible. Su labor fue reconocida en su época con el nombramiento de almirante general y caballero de la Orden de Santiago. Mas cercano en el tiempo, se le concedió su nombre a una de las principales calles de la ciudad de Bilbao.