El sector vasco de la construcción naval, reunido en el Foro Marítimo Vasco y Adimde, ha constatado su vitalidad pese a los “baches en el camino”. La XXII Asamblea General del FMV, celebrada en el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club de Getxo, reunió a un importante número de sus 174 asociados -que representan a 263 empresas del sector marítimo- y distintos agentes del sector, así como representantes de distintas Entidades e Instituciones. La apertura de la Asamblea fue realizada por Izaskun Artetxe, representante de la Diputación Foral de Bizkaia, y la clausura corrió a cargo de Arantza Tapia, Consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco.
2.786 millones de facturación

Durante la Asamblea se trataron los asuntos propios del Clúster y las acciones y proyectos realizados en el año 2018 y 2019, recogidos en el Plan Estratégico del sector marítimo vasco 2017-2020. Además se dio a conocer que los astilleros del País Vasco han cerrado el año pasado, con una importante carga de trabajo, como consecuencia de los nuevos contratos logrados, el 22% del total del Estado, y con una cartera de pedidos de 12 unidades.
Los fabricantes de equipos, ingenierías y los armadores han cerrado el año con un buen volumen de negocio y con una importante presencia internacional, dado su cada vez mayor grado de internacionalización (en torno al 70%), tendencia que se mantendrá en el año 2019. Así, en 2018, las empresas del sector marítimo vasco dan empleo a 13.556 trabajadores y han facturado un total de 2.786 millones de euros, lo que representado el 2,2% del PIB de Euskadi.
Por otro lado, el año pasado confirmó el proceso concursal que ha derivado en la liquidación del astillero CNN-La Naval. Desde el Foro Marítimo Vasco “tenemos la esperanza de que un nuevo inversor, con un buen proyecto industrial, vuelva a relanzar la actividad de nuestro emblemático astillero”.
Un sector que crece
Según los datos ofrecidos por el FMV, la carga de trabajo contratada por los astilleros del Estado se ha visto incrementada en un 25% en el último año respecto al ejercicio anterior y la tendencia de crecimiento es debida, en gran parte, a la capacidad competitiva de nuestros astilleros, que tienen en la innovación tecnológica su elemento diferencial más importante.
En 2018 entraron en vigor en el Estado un total de 23 nuevos contratos, por un importe conjunto de más de 900 millones de euros y 6,8 millones de horas de trabajo. La cartera de podidos asciende a 53 buques en construcción, equivalentes a 467.984 CGT, por un importe conjunto de 1.950 millones de euros. Destacar que durante los primeros meses del 2019, se han producido 9 nuevos contratos que suman 315 millones de euros y cerca de 2 millones de horas de trabajo.

A nivel internacional, en el año 2018, el sector de la construcción naval ha experimentado un aumento global en la contratación de nuevas construcciones, después de los niveles mínimos récord de 30 años de 2016. El volumen de nuevos pedidos casi se ha duplicado a nivel mundial en comparación con el año 2017, pero sigue sin ser suficiente para dar trabajo a toda la capacidad de construcción mundial.
Corea del Sur se sitúa en primera posición con el 40,3% del total, en segundo lugar, China con el 24,7%, seguida de Japón (13,7%) y Europa (13,7%). Mientras, la cartera de pedidos mundial ha estado dominada por China con el 32,7% del total, seguida de Corea del Sur con el 25,1%, Japón (17,5%) y Europa con el 15,3% del total mundial. Es de destacar, que, en términos de valor, gracias a la demanda y la contratación sostenida en nichos de mercado especializados, como Cruceros, Roll On Roll Off, Oceanográficos y Buques de Pesca, la cartera de pedidos europea se sitúa a finales del año 2018 como líder de la cartera de pedidos mundial.
Las políticas nacionales existentes en China, Corea del Sur y Japón que vinculan sectores estratégicos como el transporte marítimo y la construcción naval se reflejan en el destino de los nuevos contratos de los armadores asiáticos, que contratan el 90% en astilleros de su propia nacionalidad. Es completamente diferente en Europa, donde la mayoría de los armadores ordenan sus nuevas unidades en Asia.