Ante la incertidumbre de lo que vendrá, pero con la esperanza de que las vacunas desarrolladas por la industria farmacéutica reactiven la economía y frenen la recesión, desde la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo deseamos que el 2021 sea, no sólo el año de la recuperación, sino también el ejercicio en el que se reactiven todos aquellos proyectos aplazados durante el año que ya termina
Vivimos tiempos convulsos que nos generan incertidumbre y temor. Mucho se ha hablado del entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) en el que se mueven actualmente las empresas. A los cambios tecnológicos, impensables hace algunos años, se ha unido en este 2020 la irrupción de una inesperada pandemia que no ha hecho sino acentuar esa sensación de inseguridad que lo que esconde, en realidad, es el miedo al futuro de la economía y del empleo, ya sea a causa de avances tecnológicos imparables o por culpa de una crisis sanitaria mundial.
Frente a esta situación imprecisa, hacer un pronóstico más o menos certero sobre el futuro más próximo en el sector de la estiba se nos antoja difícil e incluso osado. Y lo es porque partimos de una realidad que ha roto con todos los pronósticos y proyecciones económicas que hasta marzo del 2020 mostraban tendencias lógicas y predecibles.
La crisis sanitaria mundial originada por el Covid-19 ha supuesto una abrupta ruptura con el normal funcionamiento de la economía y ha obligado a una rápida adaptación a un nuevo contexto.
Con este preámbulo, ante la incertidumbre de lo que vendrá, pero con la esperanza de que las vacunas desarrolladas por la industria farmacéutica reactiven la economía y frenen la recesión, desde la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo, ANESCO, deseamos que el 2021 sea, no sólo el año de la recuperación, sino también el ejercicio en el que se reactiven todos aquellos proyectos aplazados durante el año que ya termina.
Tenemos por delante 12 meses en los que afrontar desafíos relacionados con la implementación de nuevas tecnologías y procesos digitales que incrementen la seguridad de las operaciones o retos como la mejora de la comunicación entre puertos para garantizar la conexión entre todos los actores que forman parte de la cadena logística en España.
La llamada cuarta revolución industrial traerá consigo -ya lo está haciendo- la automatización y digitalización de las terminales portuarias, pero también nuevos desarrollos como el blockchain o la inteligencia artificial que tendrán un gran impacto en el sector de la estiba. Cambios que no debemos contemplar como amenazas sino como oportunidades para fortalecer nuestras importaciones y exportaciones.
Por ello, ANESCO seguirá apostando por la innovación como palanca para la generación de riqueza y creación de empleo con el objetivo de mejorar la competitividad de un sector esencial para la economía española capaz de frenar la amenaza que suponen las importantes inversiones que se siguen realizando en otros puertos del Mediterráneo.
Es vital que abordemos entre todos el debate sobre cómo afrontar estos retos. Administración pública, empresas y trabajadores tenemos que ir unidos en busca de un futuro mejor porque nuestros puertos no pueden perder oportunidades. No debemos llegar tarde. Y aunque es cierto que los cambios generan incertidumbre, tenemos motivos para ser optimistas. Basta con darnos cuenta de lo que hemos hecho, hasta llegar aquí, para confiar en que sabemos hacer las cosas bien.
También abordamos el 2021 con esperanza porque será el año en el que se empiece a aplicar el nuevo Marco Estratégico del sistema portuario en España que, bajo el paraguas de la nueva gobernanza, esperamos que recoja las propuestas de mejora realizadas desde ANESCO en favor del fortalecimiento y competitividad del sector.
El año que está a punto de empezar también traerá consigo la entrada en vigor del V Acuerdo Marco Sectorial Estatal de la estiba, un documento que modernizará las relaciones laborales en el sector y aportará la ansiada seguridad jurídica a empresas, trabajadores y administraciones públicas. En ANESCO seguiremos apostando por la negociación porque construir un sector estable y competitivo requiere de diálogo permanentemente.
El año que está a punto de empezar también traerá consigo la entrada en vigor del V Acuerdo Marco Sectorial Estatal de la estiba, un documento que modernizará las relaciones laborales en el sector y aportará la ansiada seguridad jurídica a empresas, trabajadores y administraciones públicas
Pero conseguir un sector fuerte significa además poner en marcha una estrategia global. Es decir, no sólo llegar a acuerdos con organizaciones nacionales, sino traspasar fronteras para sumar alianzas con otros organismos internacionales que hagan más fácil desde la unidad conseguir que se escuchen las propuestas del sector y defender intereses. Alianzas que ya iniciamos hace años y seguiremos suscribiendo de acuerdo con el Plan Estratégico 2019-2022 de ANESCO.
Un plan que estamos desarrollando a través de 7 grupos de trabajo donde reflexionamos sobre cuestiones de calado para el sector como, por ejemplo, la sostenibilidad y el cambio climático. En este sentido, promovemos modificaciones legislativas para mejorar la competitividad de los puertos y el desarrollo de la actividad de las empresas estibadoras.
Estamos obligados a avanzar para no perder el futuro, obligados a aplicar los avances tecnológicos que harán de nuestro sector un sector competitivo en el entorno marítimo internacional. Debemos seguir dando pasos en la carrera del desarrollo tecnológico, pero sin disrupciones, con diálogo, entre todos los actores, empresas y trabajadores.
Porque tal y como recoge Antonio Garrigues Walker en su libro “Manual para vivir en la era de la incertidumbre”: “La conversación tecnológica atañe, primeramente, al ser humano, a su dignidad y a su libertad, además de a la cuenta de resultados de cualquier empresa”.